El blog de José Luis Povo

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jueves, 8 de noviembre de 2012

LA COLECCIÓN ATOMIUM

 AtomiumCreada en 1981 por los hermanos Daniel y Didier Pasamonik como parte de la editorial belga Magic Strip, la colección Atomium 58 tuvo cierta importancia por su innovador concepto: pequeño formato (16,5 cm x 24,5), páginas interiores en bitono, unas 30 páginas de extensión. Afianzó la idea de libro objeto y permitía a los autores desarrollar su estilo con viñetas más amplias de lo habitual y sin tener que plegarse a la extensión estándard del álbum europeo.

Durante los 27 números que duró esta aventura editorial no estuvo ceñida a ninguna corriente concreta pero, claro esabotage stá, la nueva línea clara y el estilo atom tuvo una presencia continuada. No en balde los dos primeros números de la colección fueron dos títulos de referencia para el atomstyle, "Sam Bronx et les robots", de Serge Clerc, y "Le testament de Godefroid de Bouillon", de Yves Chaland

El número 10 de la colección fue un hito para nuestro tebeo: "Sabotage", de Daniel Torres, que aquí se publicaría en el número 27 de Cairo, Especial Vacaciones, y que luego tendría una versión coloreada publicada en álbum por Norma.

Otros números:

"Sam Brox et les robots", de Serge Clerc, primer número de la colección.

robots

"Le retour de Roxanne" de Meynen y Pjotr

roxane

roxane (2)

"Le petit peintre" de Dupuy y Berbérian, y "La peau des rêves" de Aloys

petit peintre Le peau des reves

"Le temple de la paix" de Boris

temple paix temple de la paix

"Ivoire", de Jean Régnaud y Émile Bravo, último número de la colección, de 1990.

ivoire ivoire 2

Enlaces: 

Portadas de la Colección Atomium

Versión española

En nuestra piel de toro, se crea en 1983 la valenciana editorial Arrebato, regentada por Pedro Porcel y Juanjo Almendral, que con la colección Imposible, a imagen de la colección Atomium, retomó el concepto de libro objeto para dar voz a la vanguardia del momento.

Dogon Pista atlantica  Romance, Editados con mimo y transmitiendo la idea de modernidad a todos los niveles, seis números de órdago entre los que se cuentan "El carnaval de los ciervos", de Max, y "La invasión de los Elvis Zombis", de Gary Panter, que incluía un single de vinilo flexible. Si en la Atomium belga tuvo una presencia privilegiada la nueva línea clara y el atomstyle, en la colección Imposible se prestó especial atención a la Nueva Escuela Valenciana, con  títulos de fuste, como "Romance", de Sento, y a mi juicio dos de los mejores trabajos de sus autores: "Dogón", de Micharmut, y "La pista atlántica", de Miguel Calatayud.

En 1984 Albert Mestres, de la barcelonesa librería testamentContinuará, lanzará la versión española de la colección Atomium 58: la colección Atomium 58 de la editorial Iara, que sólo publicaría dos títulos, "El testamento de Godofredo de Bouillon", de Chaland, en edición castellana y catalana, y  "White, el choque", de Colman.

Aunque las colecciones Atomium e Imposible fuesen publicadas en pequeño formato, qué duda cabe de que formaron parte del efervescente mundo editorial de los 80 y que por actitud y por logros estéticos se mantienen como un referente del cómic del momento.

jueves, 25 de octubre de 2012

FREDDY LOMBARD - 2, por Yann Lepennetier y Yves Chaland

                                                                             FreddyLombard2                 

Colección Integral Yves Chaland  Obra Completa num. 2
Vacaciones en Budapest/ F.52
Vacances a Budapest/ F.52
Guión Yann Lepennetier & Yves Chaland
Dibujo Yves Chaland
Glenat 2008                                                      
134 pags

 

 

 

La recopilación en formato integral de la obra de Yves Chaland supuso un inesperado reencuentro con uno de los dibujantes más importantes de los años 80. El primer volumen integral, publicado por Glénat, está compuesto por los álbumes "El Testamento de Godofrío de Bouillon", "El Cementerio de los elefantes" y "El Cometa de Cartago", las tres primeras aventuras de su personaje más señero, Freddy Lombard, donde Chaland recogía el testigo de las Escuelas de Bruselas y de Marcinelle, y buceaba en las raíces del tebeo clásico francobelga para alumbrar, paradójicamente, un estilo rabiosamente moderno.

El segundo volumen integral era todavía más esperado por contener dos álbumes inéditos en castellano. El primero de ellos, "Vacaciones en Budapest", es una apuesta novedosa en la carrera de Chaland. En sus obras anteriores jugaba con arquetipos ya conocidos para entonar su particular revival, que en lo colectivo se vino a llamar línea clara. Sin embargo, Vacaciones en Budapest pone su dibujo al servicio de una trama en la que ya no cabe la abstracción. Tampoco situar la trama en países innominados ni en naciones como Borduria o Bretzelburg; en su lugar, recrea con detalle la revolución húngara de 1956, donde Freddy Lombard, Dina y Sweep tendrán que verse en más de un aprieto. La multitud de elementos que se ponen en liza no casan a la perfección, y acaba por sobresalir del conjunto -por estar bien urdidas- tramas en principio secundarias como la fogosa relación sexual entre Sweep y la agente soviética Svetlana.

budapest

Aún así, hay momentos en los que vemos las calles de Budapest que poseen gran fuerza y que nos demuestra que Chaland estaba apuntando una nueva vía para la línea clara que no pudo continuar debido a su fallecimiento prematuro. Con todo, sin ser un camino especialmente transitado, sus enseñanzas tampoco cayeron en saco roto, y ahí está el magnífico "Le groom vert-de-gris" para demostrarlo.

f 52

El volumen integral se completa con F. 52, álbum que plantea un viaje transoceánico Melbourne-Paris en un moderno avión de pasajeros, el F 52. Nuestros protagonistas -Freddy, Dina, y Sweet- forman parte de la tripulación del portentoso aeroplano donde se citan pasajeros de toda laya, incluido un escurridizo espía.

Estamos ante una deslumbrante obra maestra, quizá lo mejor de Chaland. Así, F 52  se destaca como una obra cumbre de la línea clara y más concretamente de su variante más estilizada, el atomstyle. En lo conceptual coquetea con el retrofuturismo, tan querido por este estilo, al recrear un marco vintage, con su amor desmedido por los trajes, sombreros y moda años 50, al tiempo que elucubra con adelantos tecnológicos que realmente no existieron, si acaso en las revistas de la época. En el apartado gráfico, el entintando pasa a un primer plano al resaltar una línea clara, en efecto, pero de un grosor que acentuaba más su significación y voluntad de estilo. Como era habitual en Chaland, sellaba un maridaje entre modernidad gráfica y la conciencia de una herencia estilística que tuvo su apogeo en los años 40 en la revista Spirou, con Jijé y Franquin a la cabeza.

f 52 2

Un aire retro a juego con un argumento que recuerda a aquellas narraciones sobre viajes en grandes trasatlánticos o en lujosos trenes de larga distancia. El guión, firmado por Yann Lepennetier y Chaland, cruza con gran oficio tramas, subtramas y microhistorias entre tripulantes y pasaje, ganando peso la angustiosa pérdida de una niña en el avión, y creando en suma un complejo crisol, un tour de force como guionista que a la postre revierte en la valoración de este cómic excepcional. Sensación a la que no es ajena el color de Isabelle Beaumenay-Joannet, que, dentro de la ausencia de protagonismo que en teoría demanda el estilo, sabe respetar en todo momento el trazo, la línea, y dotar al conjunto de una gran elegancia.

  f 53

La edición de Glénat, muy cuidada, cuenta con 30 páginas de extras, entre los que se incluyen bocetos, portadas, declaraciones de Chaland y selección de viñetas. (Aviso para navegantes: los dos volúmenes integrales que se editaron en castellano de Freddy Lombard se están vendiendo conjuntamente por sólo 20 euros, precio que se mantiene para una oferta de 500 packs).

Críticas en la red:

Freddy Lombard I y II, en La BD

F52 y Vacaciones en Budapest en Dentro del laberinto

Freddy Lombard I, en Fort Navajo

Freddy Lombard I, en Abandonad toda esperanza

Freddy Lombard I, en El lector impaciente

Freddy Lombard II,  en El lector impaciente

Además:

Recordando a Chaland, en C de Arte

lunes, 22 de octubre de 2012

LA LÍNEA CLARA

spirou chaland
José Luis ha abierto el fuego con el Instante Estelar dedicado al Spirou de Chaland para inaugurar una serie de entradas que consagraremos a la línea clara. (Qué mejor imagen para unir tradición y modernidad que el Spirou de Chaland, pensamos hace unos meses cuando maquinamos este especial línea clara)

¡Rayos y centellas! ¿Pero este blog no iba de la línea clara?spirou chaland 3
Bueno, sí. De hecho, muchas de las entradas de las próximas tardi-coversemanas recuperarán textos ya publicados en este blog, a modo de hemeroteca. 
Pero reconozcamos mientras tanto que hay una corriente general del cómic franco-belga, incluso del clásico, más realista, y que difícilmente tiene encaje en lo que llamamos línea clara. No es queramos apartar ese realismo de los contenidos del blog, sino que durante un tiempo limitado "vamos a centrarnos un poco".

Centrarnos hasta el punto de que las entradas de las próximas semanas dedicadas a la línea clara no quieren tanto indagar en los orígenes como en los autores que con posterioridad, sobre todo a partir de los años ochenta, han cultivado este estilo.
blake_mortimer_jacobs_tardi_carte
Sí. En cierto modo se alentará el debate estético sobre este estilo y su pervivencia, que deja varias preguntas en el aire. ¿Tiene sentido la línea clara hoy en día? ¿Qué vías hay abiertas para su desarrollo? ¿Es el atomstyle, o atoomstilj, una corriente a considerar dentro de la línea clara?

Rescatamos al respecto una cita  de Pepo Pérez (extraída de Con C de Arte):

"Al contrario, por cierto, de lo que pasó en el relinea claravival de la línea clara de los 80, donde un surtido grupo de autores europeos se lanzaron a homenajear el estilo de los maestros francobelgas (Swarte, Floch, Chaland entre los que tenían voz propia y eran, por lo tanto, más  interesantes; otros, los puros copistas, Dick Briel, Dominique Hé y un largo etcétera, ya olvidados), donde los dibujantes se limitaron a dibujar "a la manera de" consiguiendo, en el mejor de los casos, recreaciones simpáticas de lo que sus maestros descubrieron. Más tarde algunos de ellos, básicamente Chaland, emplearía todo ese bagaje para ser el mismo (como dijo alguien por entonces, "dejar de ser referencia para convertirse él mismo en referencia"), pero la mayoría, una vez superado el efecto sorpresa, se fueron difuminando hasta confundirse con el paisaje. Qué bonita frase. Perdón. tardi_14e_arrondissement_affiche
De entrada, entonces, creo que sólo Tardi entendía el tema "línea clara" no como un referente estético sino como un método de trabajo: dibujar sintetizando a partir de la realidad, y aplicar ese grafismo en una narración donde la historia discurriera primando la legibilidad sobre cualquier otra cosa, buscando la modernidad en lo formal, recreándose en la documentación, huyendo del efecto gratuito, de lo apabullante y desmesurado: buscar una buena historia y contarla con una simplicidad perfecta, aunque ello implique un despliegue de recursos mayor que los aparentemente costosos claroscuros de gran intensidad dramática y las angulaciones de dinamismo non plus ultra tan del gusto de cientos ¡y hasta cienes! de astutos lectores."

Esto... hay tema, caray que si hay tema...

Para ir abriendo boca, enlaces relacionados:

Tras la estela de Hergé, por José Luis Povo (La Caraviñeta)

La línea clara: la viñeta en estado químicamente puro (Rayos C en la oscuridad)

Los hijos de la línea clara (Álvaro Pons, EL PAÍS)

domingo, 21 de octubre de 2012

INSTANTES ESTELARES: EL SPIROU DE CHALAND (1982)


En el año 1982, en el número 2297 de la revista Spirou, los lectores pudieron encontrar algo sorprendente: en las páginas 1 y 2 aparecían sendas tiras en blanco y negro (formato completamente en desuso para la época) de una nueva aventura de Spirou dibujada por Yves Chaland. La historieta mostraba a un Spirou y a un Fantasio con un marcado aire "retro", que nos transportaba a los años 40 y 50 y que recordaba al de Jijé y la primera etapa de Franquin, sin dejar de aportar esa originalidad y esa modernidad características del trazo de Chaland.




En estas tiras encontramos elementos que guardan relación con las primeras aventuras de Spirou dibujadas por Franquin, como es el caso del robot, o el modo de emplear el humor. El aire colonial que recorre la historia recuerda mucho también a otra obra de Chaland, "El cementerio de los elefantes" de Freddy Lombard.El estilo de dibujo en general es bastante cercano al de las aventuras del joven del tupé y sus primos Sweep y Dina.


En el siguiente número el Spirou de Chaland conquista la portada .  
 
En el Nº 2305, concidiendo con la entrega  nº 9 de la historieta de Chaland, se comienza a publicar simultáneamente en las páginas de la revista la aventura de Spirou y Fantasio "Virus" de Tome y Janry. En la página 2 podemos leer un editorial titulado "¿He dicho retro?",  que es una reflexión alrededor del curioso hecho de que convivan en la misma revista  dos aventuras de Spirou dibujadas por autores distintos. En el editorial podemos leer: " (...)en uno y otro caso, Spirou se encuentra en su mundo(...)Spirou es un personaje intemporal, eterno, que pasa a través de las modas (...) Spirou es la aventura en su expresión más noble(...) necesita a gente que crea en él para contar sus aventuras y para leerlas. Por ello os presentamos Spirous distintos en apariencia, pero muy parecidos en su gusto por la aventura". 

Esta situación y esta actitud del editor presagian claramente lo que será la serie paralela  "Spirou y Fantasio par..." en la que se da a distintos autores la oportunidad de dibujar un álbum de Spirou, cada uno con su estilo y visión personal del personaje.
Lamentablemente, la aventura no llegó a terminarse. Se publicó una edición pirata bajo el título "À la recherche de Bocongo"(1984) y más tarde una edición oficial titulada "Coeurs d'acier" ("corazones de acero"), que incluye, además de las tiras originales, un texto de Yann Le Pennetier ilustrrado por Chaland, narrando el final de la aventura.(Champaka, 1990).
Los lectores se quedaron con las ganas de ver acabada en viñetas esta historieta singular y única. En cualquier caso, ahí queda, como parte del legado de Chaland, cuya influencia es palpable en autores posteriores, como Olivier Schwartz, que realizó una aventura de Spirou y Fantasio que recuerda inevitablemente a Chaland, de la que ya hemos hablado por aquí: .Le groom vert-de-gris