El blog de José Luis Povo

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domingo, 21 de marzo de 2010

AQUILES TALÓN,por Greg
















Hace poco he provocado a mi amigo Espoc, que últimamente se está haciendo con una serie de integrales de comic franco-belga muy interesantes, para que cuente algo por aquí sobre ello. Hoy, además de animarnos a leer a Aquiles Talón, de Greg, nos sitúa esta obra en el contexto de la época en la que fue creado y en el del comic franco-belga en general. Gracias, Espoc, y espero que nos sigas ofreciendo aportaciones tan jugosas como ésta:

AQUILES TALÓN,de Greg, o: Si un genio va a la escuela...

Aquiles Talón es una de las mejores series de cómic humorísticas a la que uno le puede poner el ojo encima: si uno observa los gags en su conjunto, por ejemplo, a escala de página, y uno no está en ese momento padeciendo una úlcera duodenal perforada, los encontrará graciosos, ingeniosos y originales, y con frecuencia geniales, y si uno se para después en los detalles, por ejemplo, cómo queda resuelto cualquier problema narrativo a escala de tira, o cualquier problema gráfico a escala de viñeta, se quedará sorprendido por un despliegue de habilidad, conocimientos, capacidad de síntesis, y demás virtudes que coronan a una obra que por momentos llega a la genialidad. Y es que Aquiles Talón, como otras obras humorísticas de la industria del cómic francobelga, con su estilo caricaturesco, claro y sintético, y con la forma de sus diálogos, que es legendaria, también alcanza la excelencia, la genialidad, estando a la altura de otras obras inmortales y perfectas próximas, como Tintín, Asterix o el Spirou de Franquin, por poner 3 ejemplos especialmente destacados.
¿Es en verdad para tanto? ¿Es entonces Greg un genio del cómic? ¿Vale la pena desperdiciar nuestra breve existencia en una enésima obra humorística, con lo que ya nos hacen reír los actos de los ministros del gobierno? ¿Y de dónde salió el Aquiles Talón de Greg, y el mismísimo Greg, quiénes eran estos tipos, y qué nos importa a nosotros?
Las cosas fueron ocurriendo poco a poco a lo largo del siglo 20, no de golpe.
En Estados Unidos había surgido la industria del cómic, al comenzar el siglo. Se convirtió en una industria importante (generadora de beneficios) casi de un día para otro, pues era el modo adecuado, el momento adecuado y el lugar adecuado.
En Francia y Bélgica también fueron surgiendo, en seguida, diversos intentos por aprovechar este nuevo medio de expresión como forma de explotación industrial, y así, suenan todavía hoy algunos de los nombres de los diversos pioneros del cómic francobelga, como Alain Saint-Ogan, Rene Pellos, etc.
Por supuesto que los hechos más recordados de los inicios de esta industria del cómic francobelga, que apesebraría en el futuro a Aquiles Talón, son la aparición de Tintín en “Le Petit Vingtiéme”, en 1929, en Bélgica, la aparición de la revista “Spirou” en 1938, y la aparición de la revista “Tintín” en 1946. Y por supuesto hubo muchas más “piezas” en juego en el desarrollo de los acontecimientos. También fue importante el debut de Jijé (Joseph Gillain) en el cómic profesional, en 1936, y su entrada en “Spirou” en 1939, siguiendo al principio, como casi todos, el estilo de Hergé, el de la “escuela de Bruselas”, para crear en seguida su propio estilo, conocido como el de la “escuela de Charleroi (o Marcinelle)”.
Jijé decía, parece ser, que se le consideraba el maestro de dicha escuela simplemente porque era el más viejo de ellos. No hay tales escuelas de manera concreta, sino que esta terminología según “escuelas” es una manera convencional de categorizar el desarrollo estilístico diverso en esa época.
Enfocando así el asunto de las escuelas, el estilo de Hergé, el de la escuela de Bruselas, correspondería al de las obras publicadas por Editions du Lombard, editora de la revista “Tintín”, con sede en Bruselas.
El estilo de Jijé, la escuela de Charleroi (o de Marcinelle), sería el establecido para Editions Dupuis, editora de la revista “Spirou”, con sede en Marcinelle-Charleroi, ¡y esto teniendo en cuenta que los dibujantes de la escuela de Charleroi (o de Marcinelle) vivían en su mayoría en Bruselas! (según Franquin, “alumno”, o más bien colega, como todos, de Jijé).
El hecho es que gran parte de estos dibujantes trabajaron para ambas escuelas y para otras aparte de estas dos especialmente icónicas. El objetivo para estos dibujantes era trabajar, no crear o seguir escuela. Lo del fenómeno de las escuelas se descubre posteriormente como fenómeno histórico emergente al mirar hacia el pasado con perspectiva y llegar a ese parecer, pero en ningún momento debió de ser el objetivo original de esta gente en tiempo presente, y menos aun en una época entre guerras en la que había otras prioridades, como meter dinero en el bolsillo cuanto antes. Simplemente harían su trabajo lo mejor que podían, y colaborando generosamente entre ellos para mejorar la industria… ¡cosa que lograron entre todos, por cierto! (por ejemplo, es conocido que una parte del secreto de Hergé y su equipo lo constituía la documentación exhaustiva, por ejemplo, la fotográfica, y es también conocido que uno de los secretos de Jijé, Franquin, Tillieux y demás fenómenos de Spirou consistía en no tener pudor a la hora de copiar del natural, de ahí aquellos maravillosos coches de Franquin, o de Tillieux, o aquellos maravillosos caballos de Jijé).
De todos modos, y como se verá en seguida, posiblemente sería más práctico y menos confuso denominar a estas escuelas “escuela de Hergé, o mejor aun de Tintín” y “escuela de Jijé-Franquin, o mejor aun de Spirou” antes que “escuela de Bruselas” y “escuela de Marcinelle (o Charleroi)”.
Posteriormente estas obras de los autores franceses y belgas más importantes se expandieron desde Bélgica (y Holanda) hacia Francia, para terminar de constituir los inicios de la industria francobelga del cómic, fuente de ingresos para muchas familias, y alternativa francobelga a la industria americana del cómic, afincada entonces con mucha fuerza en Europa, y en fuerte competencia con Tintín y Spirou.
En Francia la revista “Tintín” la empezó a publicar la editorial Dargaud (la de “Pilote”). Parece ser que la llegada a Francia de estos cómics de origen (en gran parte) belga conquistó el mercado, frente al producto francés y americano de la época.
Los nombres vinculados a ambas revistas son bien conocidos: Franquin, Morris, Peyo, Will, Jijé, Tilleux, Hergé, Wandersteen, de Moor, Tibet, etc. Destaca entre ellos Goscinny, ya que lanzó a finales de los años ´50 la revista “Pilote” en Francia, otro gran momento de la industria, que redistribuyó las fuerzas entre las ahora tres más grandes: “Tintín”, “Spirou” y “Pilote” (se entendería mejor el significado de la revista “Pilote” si en vez de llamarse “Pilote” se hubiera llamado “Asterix”).
Curiosamente, a “Pilote” no se la ha considerado fundadora de escuela alguna, lo cual parecería indicar la endeblez del convencionalismo historicista al uso, capaz de reconocer la influencia del estilo de Hergé, del estilo de Jijé-Franquin, pero no el de Goscinny-Uderzo, y precisamente este último estilo podría ser el germen o escuela fundamental en la que habría mamado Greg para crear su Aquiles Talón, y aquí queríamos llegar en este pequeño artículo-ensayo-investigación sobre Aquiles Talón.
Por supuesto que Oumpa Pah, que es anterior a Asterix, es un cómic muy importante, por su modernidad imperecedera y por la frescura y pureza de su humor, pero se podría establecer 1959 como el año del comienzo de esta nueva escuela, la “escuela de Pilote, o de Goscinny-Uderzo, o mejor aun de Asterix”, al ser 1959 el año de la aparición de Asterix, mucho más importante a la larga que Oumpah Pah.
Aquiles Talón es un personaje transgresor, nacido para reírse hasta la histeria precisamente de convencionalismos, convencionalismos no sólo sobre hipótesis acerca de escuelas del cómic, sino también otros tales como el clasismo, y la hipocresía social, otra de sus presas favoritas, y sin que él lo sepa de hecho (y he aquí gran parte de su gracia).
Y a propósito de Aquiles Talón: otro hecho a destacar sobre Goscinny es este: se trataba de un humorista en estado puro. Lo suyo era el humor, sobre todo. También Jijé era fundamentalmente un humorista, pero también era capaz de hacer un cómic de aventuras serio, como Jerry Spring (y Greg también). En cambio Goscinny desayunaba, comía y cenaba humor, y soñaba humor. Su estilo socarrón acabó inundando la revista “Pilote”, e influyendo positivamente en las ventas y en sus colaboradores, como Tabary (Iznogud), o Morris (hay que recordar que Morris se había ido a Estados Unidos entre otras cosas a buscar trabajo, y allí había conocido a Goscinny, que también se había ido allí entre otras cosas a buscar trabajo, y después ambos consiguieron establecerse en la industria de su país e incluso colaborar con éxito en Lucky Luke).
Y llegó el momento del nacimiento de Aquiles Talón: cuando Goscinny dejó de trabajar en “Tintín”, ante el éxito comercial de su “Pilote” lleno de humor, simpatía, socarronería y optimismo, Greg (Michel Régnier, 1931) consiguió lo imposible: llenar el hueco dejado por Goscinny, ocupando el papel de redactor jefe en “Tintín”, y manteniendo a la revista “Tintín” viva en el mercado durante esa época. Es más, la capacidad de producción de Greg era tal que simultaneó series en más revistas, como “Vaillant” y la mismísima “Pilote” de Goscinny, para la que creó, en 1963, a Aquiles Talón, y aquí se cierra este círculo.
Greg falleció en 1999 y Aquiles Talón sigue siendo reeditado en forma de integrales. Yo ya tengo el tomo 1, tras toda una vida esperándolo, y ahora lo veo todo de color de risa.


Espoc


6 comentarios:

  1. Tal y como muy bien describes en la entrada, de Aquiles Talón también siempre me ha fascinado la excepcional resolución de los gags al final de la historia, ya sean estas de una, dos o más paginas (creo haber visto historietas de Talón de cuatro o más paginas en TBO 2000.

    Por otra parte, el carácter casi siempre malhumorado del protagonista resulta muy gracioso, sin olvidarse de las veces en que Talón no es más que un simple espectador como nosotros de los avatares que tienen otros personajes secundarios.

    Descubrí este personaje en Cavall Fort, siendo uno de mis preferidos precisamente por la agilidad a la hora de leer sus aventuras. Posteriormente lo encontré también en revistas Bruguera y supongo que en algún que otro Guai! o Fuera Borda (estos últimos lo digo de memoria).

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  2. En España, además de las apariciones en revistas, se llegó a publicar un álbum, en la colección Pilote de Bruguera, a finales de los 60, hoy en día complicadísimo de encontrar.

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  3. José Luis, gracias por dejar un comentario en mi blog y gracias también por tus palabras a cerca de mi mural del Tesoro de Rackham el Rojo. Impresionante el tuyo! nunca se me hubiese ocurrido pintar uno así, viñeta a viñeta y reproduciendo con tanto acierto la página entera.
    Enhorabuena.

    Belén Cossío http://lafactoriaplastica.wordpress.com

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  4. Gracias, Belén.Para los que no sepáis de qué va el anterior comentario,Belén es una artista que hemos conocido a través del blog de Pedro Rey y que nos ha mostrado un precioso mural del Tesoro de Rackham el Rojo que ha pintado en el baño de su casa.Pasad a verlo!
    http://lafactoriaplastica.wordpress.com/2010/03/20/tintin-en-el-bano-tintin-in-the-bathroom/

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  5. Un artículo estupendo, Espoc. Y magnífica también tu síntesis de los comienzos de la BD francobelga. Nunca he leído nada de Aquiles Talon, pero has despertado mi curiosidad por este personaje. Las historietas parecen francamente ocurrentes y divertidas. ¡Qué lástima que no lo podamos disfrutar en español!

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  6. Me alegro de que os haya gustado el artículo, y gracias por los piropos. Ahora ya nadie podrá decir que no entiende uno de los grandes misterios de la humanidad: lo de las escuelas del cómic franco-belga (no, no me refería al final de "Perdidos"). Y hasta luego, que me voy a seguir leyendo comics, que el tiempo se acaba.

    Un abrazo.

    Espoc

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