

Hoy voy a comentar la que puede que sea su serie menos conocida de las publicadas en España: “Johan et Stephan”, identificada en nuestro país con el horrible título de “Las aventuras de Oscar y Julián”. Para mí son inexplicables las razones que movieron a Ediciones Junior para desechar la traducción literal de los nombres de los personajes. A lo mejor no querían que se confundieran con Juan y Guillermo, que fue como, también horriblemente, rebautizaron a Johan y Pirlouit. Perdón por la dispersión.

El dibujo nos recuerda, inmediatamente y como no podía ser menos, al de Hergé: basta con fijarse en los bombachos y en el peinado de Oscar. Sin embargo, las historias no llegan a la altura de las del maestro de Bruselas. Los guiones estarían más próximos a los de Jo, Zette y Jocko (¿para cuándo una entrada?) que a los de Tintin y se constituyen como una sucesión de ágiles gags humorísticos en los que desempeña un papel fundamental el tío Bonifacio, uno de los personajes de la serie, junto a los citados Oscar y Julián. En conclusión, nos encontramos ante unos tebeos que sólo buscan divertir a un público infantil con un humor sano y sin pretensiones, acompañados de un dibujo evocador y con todos los elementos propios de la escuela franco belga más pura.
Dejaremos para otro momento y otros intervinientes el comentario de las otras dos seri


Desconocía por completo esta serie de De Moor. Muy 'Hergeiana', sin duda. :)
ResponderEliminarY bien haces en destacar que es otro claro ejemplo de la absurdez de españolizar los nombres a los protagonistas y alterar el orden correcto de publicación. Menos mal que Tintin se libró del horrible 'Pepito'
Si te animas, hay varios ejemplares disponibles en Todocolección (El gran embrollo, El tesoro del bandido y Los cigarrillos de la Reina Thia).
ResponderEliminarYa se empezaba a echar de menos aquí algo acerca de Bob de Moor, al que sólo habíamos mencionado de pasada en las entradas de Blake y Mortimer y Lefranc, debido a las colaboraciones que menciona aquí Joaquín.De esta serie leí hace tiempo "el caballero rojo", que no dejé a la mitad por vergüenza torera pero me estaba aburriendo horriblemente; también es verdad que lo pillé ya de mayor. Más tarde he leído "El tesoro del bandido", que me resultó más divertido. Supongo que lós últimos álbumes de la serie, serán los de trazo más hergeiano, al igual que pasa con Barelli. Probablemente se parecerá más lo de dentro a estas espléndidas portadas. Respecto a Barelli, aunque puedo contar cosas, voy a intentar liar al sr. Rafa Mirphiss para que escriba algo por aquí, si tiene tiempo y le apetece.
ResponderEliminarYo compré los de Barelli (uno en persona a Bob de Moor) y al final los acabé regalando todos a mi sobrino por aburridos y malos (solo me quedé el que me dedicó autografiado de Moor).
ResponderEliminarTambién tengo dos de Cori el grumete, estos me gustan mas. Parece como un intento de crear un personaje épico al estilo Alix. Parece que este hombre no tuvo mucho suerte con su carrera, no pasó de "negro" de Hergé y se le negó el honor de acabar el arte alfa por la mafia Moulinsart.
Y de esta serie que mencionas no tengo nada ni pienso comprarla ;-)
ResponderEliminarCiertamente, esta serie sólo puede interesar a los muy fanáticos de la estética tintiniana, por las similitudes del dibujo de De Moor con el de Hergé. En cuanto al guión, aún partiendo de la base de que son cómics dirigidos al público infantil, no es demasiado atractivo. En este caso, ni siquiera la nostalgia sirve de atenuante, ya que yo también los leí algo mayorcito. Por lo menos, que sirva de homenaje al amigo Bob.
ResponderEliminarLa verdad es que las historias son bastante aburridas, lo que más me gustan son las portadas, totalmente estilo Hergé.
ResponderEliminarPor esa misma razón de Barelli los que más me gustaron fueron los últimos, dibujados en los 70, y que en momentos te parecían sacados de "Tintin y los Pícaros".
Me pregunto por qué De Moor nunca consiguió crear un personaje/s propios de éxito como la mayoría de sus coetaneos o compañeros de profesión, que mala suerte porque tenía muchísimo talento sobra decirlo, tal vez si hubiera topado con alguién como Goscinny ... O tal vez dedicó demasiado tiempo a los estudios Hergé .. No sé ..
ResponderEliminardesde luego, los giones eran un problema; aunque tenían puntos buenos, tiene muchos muy flojos
ResponderEliminar