Hoy nos hemos visto tristemente sorprendidos por la noticia del fallecimiento de Ted Benoit, guionista y dibujante de comics que, tras explorar distintos estilos gráficos, encontró en la llamada Línea clara su definitivo vehículo de expresión, hasta el punto de convertirse en todo un referente de esta corriente de artistas, que siguieron, y seguimos (me incluyo) la estela del maestro Hergé. Aún bajo la conmoción de esta triste pérdida, creo que no puedo por menos que escribir unas breves líneas de homenaje a este grande de la BD.
Benoit se estrenó en la línea clara con la obra "Berceuse eléctrique",("La mecedora eléctrica"), de la que ya hemos hablado en el blog. Una obra en blanco, negro y gris que, con un trazo heredero del de parde de Tintín, nos traslada a una cudad imaginaria, "Metropolis", que representa el ideal de ciudad mìtica norteamericana de la década de los cincuenta, pero dotada de un toque de intemporalidad muy especial. Su protagonista, Ray Banana, será retomado después por Benoit en una segunda aventura, esta vez en color, en la que la acción se traslada a París: "La ciudad Luz". Acerca de "La mecedora eléctrica", rescato para la ocasión unas líneas que hace ya tiempo escribí para el impagable blog "La caraviñeta", del incansable experto en comics Angux:
>>>Benoit consideró
en un momento dado de su carrera que había dado con un estilo, heredero
directo del de Hergé, que se ajustaba perfectamente a las historias que
quería contar, y que ese iba a ser a partir de entonces su lenguaje
gráfico. Abandonó pues el trazo underground de obras suyas anteriores
como Hospital para entregarse a la estética hergeiana. Y a fe que el
resultado resulta atractivo. Al acercarnos a su obra Berceuse
Electrique, (a la que por cierto dejaba como un trapo Ramón de España en
el artículo de Cairo), vemos cómo se crea ante nuestros ojos toda una
ciudad imaginaria, Metrópolis, que se desarrolla en el futuro pero con
la estética de las urbes americanas de los años cincuenta. Coches, ropa,
diseño, arquitectura, etc., nos trasladan a esa épica mítica, y
estéticamente el resultado está logradísimo. El empleo del blanco y
negro contribuye también a evocar el cine negro norteamericano de
aquella época. A pesar de ser en blanco y negro, no carga con sombras
las páginas, si no que utiliza la escala de grises (Podemos hablar de un
dibujo en blanco, negro y gris). La única pega es que las páginas
resultan un poco plomizas, quizá les habría hecho falta algo más de
blanco.
El argumento, inverosímil y rebuscado, es una de las causas del vapuleo que le propinó el amigo Ramón de España. Sin embargo, yo le veo su gracia y me recuerda por momentos al cine de Hitchcock, o las novelas de Raymond Chandler, en las que se van concatenando escenas y situaciones que te van intrigando y a las que no encuentras en principio ninguna explicación. La falta de “pies y cabeza” de la historia, que criticaba De España, me parece un rasgo intencionado por parte de Benoit, que está en la base de todo.Así pues, en nuestro camino siguiendo la estela de Hergé, creo que Benoit es una escala obligada y la mejor muestra de que integrar influencias suele dar resultados interesantes; en este caso, se plasman en una sola obra la pasión de Benoit por el cine americano clásico con la estética tintinesca, y ambas cosas casan bien.>>
Sobre la segunda historia de Ray Banana, "Ciudad Luz", dedicamos en su día un extenso artículo en el blog, que introducíamos así:
>>> (...)En Ciudad Luz, Benoit sigue con
su particular mundo deliberadamente anacrónico para trasladarnos a
París, o más bien para crear su propio París, esta vez en color. (Según
me acabo de enterar por medio de nuestro amigo Rafa, el color está realizado por los mismísimos Studios Hergé).Podemos ver que uno de los personajes más relevantes de la historia, el pintor Zelantius,
nace en 1942. Aparenta unos 60 años, con lo que la acción se situaría
en torno a 2000, es decir, el futuro, pues Benoit dibujó el comic a
mediados de los ochenta. Sin embargo, los coches nos remiten de nuevo a
los años cincuenta, y el propio aeroplano que traslada a Banana a París
parece sacado de El Asunto Tornasol. La ropa de los personajes también tiene un
aire retro y a la vez ochentero en algunos casos. Como decia, Benoit
crea su propio París, poniendo una especial atención en los ambientes
que va creando, a través de elementos como la decoración de los
interiores, cuidada hasta el mínimo detalle, las fachadas o los rincones
de barrios como Montmartre o Pigalle.>>
Al leer los álbumes de Ray Banana, uno pensaba: "Este hombre seria el continuador ideal de la obra de Hergé". Todos sabemos que esto no era posible... pero lo que no nos imaginábamos, y fue una grata sorpresa, era que se pusiera manos a la lobra para continuar "Las aventuras de Blake y Mortimer" ya años después del fallecimeinto de Jacobs. Y lo hizo con un álbum realmente notable: "El Caso Francis Blake", con guión de Jean Van Hamme, para mi una de las mejores aventuras del inefable duo, incluidas las creadas por el propio Jacobs. Recuerdo perfectamente el momento de abrir al álbum en la librería y no dar crédito. Parecía estar hecho por Jacobs en la época de "La Marca amarilla". Por descgracia, sólo nos dejó dos entregas, esta primera y "La extraña cita" también con guión de Van Hamme.Si la primera era una intriga de espionaje al estilo de "los 39 escalones", aquí se explora el lado más fantástico y de ciencia´ficción que ha sido también un signo de identida de la serie desde siempre, con un argumento en el que no faltan extraterrestres y viajes en el tiempo. Existe un consenso bastante generalizado entre los aficionados en ocnsiderar a este díptico lo más logrado de toda la parter post-Jacobs de la serie.
En el tintero quedó "Résurrection", un proyecto en solitario, que pintaba muy bien, pero que finalmente no se llegó a a desarrollar. Par aconocer algo más sobre Benoit, en especial de su etspa como repreneur de Blake y Mortimer, recomiendo encarecidamente la valiosa entrevista,(oro puro de por sí pero desde hoy con más valor si cabe por lo irrepetible) que le hizo mi amigo Miguel Frognier para su blog y que podéis leer AQUI.
Para saber más sobre el proyecto "Resurrection también podéis al blog de Miguel: http://blake-y-mortimer.frognier.es/2013/03/resurrection-un-proyecto-inacabado.html
Poco más que decir, se nos ha ido duno de los grandes de la Línea Clara, pero nos quedan sus obras (pocas, pues fue muy poco prolífico) para seguirlas disfrutando. Buen viaje y hasta siempre, maestro !
Espléndido artículo y un buen homenaje a este grande del 9º arte.
ResponderEliminarNo quiero añadir nada, pues creo que todo lo dicho nos deja claro su saber-hacer en el mundo del cómic.
¡Hasta siempre, Ted Benoit!
Gracias, Miguel Angel. Me alegra tu presencia aquí en este triste día para la BD.
EliminarPerdemos a un grandísimo autor. Fue un honor entrevistarle y es un placer escribir sobre sus obras; fue sin duda un maestro del Noveno Arte.
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