El blog de José Luis Povo

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martes, 10 de diciembre de 2013

CHARLA EN LAS JORNADAS COMIQUERAS DE LA FNAC 2013


Ayer tuve el placer de participar en las Jornadas comiqueras de la Fnac de Madrid, en el día de apertura de este magno evento que se prolongará hasta el domingo.
Fue un verdadero honor  estar presente en este entorno y en tan buena compañía, por lo que no puedo sino agradecer a SD y a la Fnac esta oportunidad que se me brindó de hablar sobre lo que más me apasiona. el comic de línea clara, y presentar un avance del álbum en el que estamos trabajando actualmente Pablo Herranz y yo: el segundo tomo dela colección Miquel Mena, S.O.S. Zeppelin, que publicará a mediados de 2.014. Netcom 2 Editorial
Gracias a la impagable presencia de Jesús Caso puedo ilustrar esta entrada con sus magníficas fotos.
Agradezco de corazón su presencia a todos los que compartieron conmigo este rato, entre los que se encontraban familia, amigos y gente del mundo del comic. Juan d'Ors, que además de muchas otras cosas es el gran teórico de la línea clara en nuestro país, no quiso perderse el evento, como tampoco el presidente de la Asociación tintinófila Mil Rayos!, Fernando Rodríguez. Por allí estaban también el creador del blog en español de Blake y Mortimer,  Miguel Frognier, y miembros del foro de la T.I.A. como el Señor Ogro, Kaximpo y Rafa d'Abastos.Tuve el gran gusto de conocer en persona a Montse Domenech, gran apasionada y "activista"del cine, la música y las artes en general que día a día nos enriquece un poco más a través de su facebook. Gracias también de nuevo a Netcom 2 por la confianza que deposita en Pablo y en mí.


Y para compensar a los que por la distancia no pudísteis acercaros, reproduzco aquí un resumen de la charla. Gracias de nuevo a todos!!

AVENTURAS Y LÍNEA CLARA FRACO/BELGA: UNA TRADICION VIVA



Hergé es considerado por muchos como el primer dibujante de línea clara, siendo los anteriores precursores. Desarrolló un estilo de dibujo que fue evolucionando y que en sus inicios más tempranos se vio influenciado por varias fuentes de inspiración: tanto americanas: (a través de Winsor McCay y George MacManus, entre otros) como europeas: (Benjamin Rabier, René Vincent. y poco más tarde Alain Saint-Ogan ).Las cualidades que admiraba Hergé en Alain Saint-Ogan, creador de Zig et Puce, eran la claridad, la legibilidad, y la precisión.
Hay que mencionar también la influencia del Dibujo chino, que le llegó a través de su amigo Tchang Tchong-Jen.  De este arte, Hergé aprendió el gusto por el orden, la conciliación entre minuciosidad y simplicidad, armonía y movimiento.
 Os propongo un pequeño ejercicio de observación, como ejemplo de la importancia de los detalles en la narración. Tomemos la viñeta de la página 55 de Las 7 bolas de cristal.
Se ve el coche en el que van nuestros amigos visto desde atrás entrando en un pueblo. Pero los detalles nos dicen mucho más: A la derecha, el cartel de señalización nos informa de que estamos llegando a Saint Nazaire. A la derecha, vemos el muro de una zona de naves y chimeneas. Hay un ciclista al que acaban de adelantar nuestros amigos que se dirige en la misma dirección, gente vestida para ir a trabajar a los muelles y un hombre llevando mercancía en una pequeña carretilla: es un puerto comercial. A la izquierda, junto a las fachadas de locales con toldos, la acera está concurrida. Al fondo, las grúas parecen indicar que no estamos lejos del puerto. Todo esto en una viñeta cuadrada, de las pequeñas, de apenas 6 X 6 cm

Hergé nos contaba cosas del mundo real a veces a través de lugares creados por él, países imaginarios como la inolvidable Syldavia, a través de la cual hablaba de acontecimientos reales que acontecían en la Europa real. He seleccionado imágenes de “El Cetro de Ottokar” porque la Syldavia de Tintín recuerda en algunos aspectos al imperio austrohúngaro de principios del siglo XX.,en le que se desarrolla la aventura de Miquel Mena en que estamos trabajando. Así, se dará la parradoja de que representaremos un entorno y un contexto bastante real de un modo que al lector le resultará conocido por haber concoido previamente este país imaginario tintinesco.

Desde el punto de vista personal, puedo decir que Tintín está en las raíces mismas de mi actividad comic historietista, Si Astérix es para mí sinónimo de comic de humor por excelencia, Tintín lo es de aventura. En Tintín, encontramos la aventura pura y no hay álbum en que no encontremos elementos de  verdadero suspense, misterio, intriga, dramatismo incluso, épica, poesía y humor, mucho humor, todo ello al servicio de la aventura.  
A los catorce años tuve ocasión de conocer los detalles del proceso creativo que seguía Hergé para crear una aventura de Tintín, a través del libro “El museo imaginario de Tintín”, que editó en España Juventud. Como muchos sabéis, en ese artículo se nos mostraba, utilizando una página desechada de “Tntín y los pícaros”, las distintas fases de este proceso: croquis o boceto previo, dibujo a lápiz, entintado por medio de calco y color. 
Muchos años después, con el pastiche “La cumbre de Klow”, coloreado por mi hermano Rafa. gané uno de los dos premios del concurso de comic “ponte en el lugar de Tintin” en el que se nos proponía a lso participantes actualizar el personaje de Tintin al siglo XXI e imaginar cómo podrían ser sus aventuras en nuestra sociedad actual.
Varios meses después volvimos a la carga con “Tintin y el maestro del suspense” en el que imaginaba un encuentro entre Hergé y Alfred Hitchcock, en un doble homenaje a dos figuras irrepetibles, una  del comic y otra del cine.

Coincidiendo más  o menos con la muerte de Hergé, que dio al traste con nuestras esperanzas de volver a ver un nuevo Tintín en la estantería de la librería,  descubrí a Blake y Mortimer, de Edgar P. Jacobs, a través de “El misterio de la gran pirámide”, que acababa de empezar a publicarse, por primera vez en España, por Grijalbo. Aunque ignoraba que su autor, Edgar P. Jacobs, había sido colaborador de Hergé, me llamó la atención la similitud entre su estilo de dibujo y el de Tintín. 

Hay en Jacobs una serie de rasgos que lo caracterizan fuertemente, de los cuales yo destacaría la preocupación por crear atmósferas, ambientando perfectamente cada escena por medio de un enorme cuidado por el dibujo de escenarios, que representa de manera realista y creíble, por la documentación.
Otro rasgo muy notable de las aventuras de Blake y Mortimer es el carácter teatral de muchas de sus escenas, fácilmente explicable por el hecho de que Jacobs fue cantante de ópera antes que dibujante. Las apariciones efectistas de sus personajes son buena muestra de ello.
No quiero dejar de comentar que, tras la muerte de Jacobs, otros autores, con mejor  o peor, fortuna, has continuado su obra, a veces tratando de recuperar su espíritu (Van Hamme-Benoit-Sterne-Aubin) o saliéndose un poco por la tangente (Sente-Juillard). Esto sería objeto de otra charla...
Siguiendo con los colaboradores de Hergé, el que a priori parece que ofrece al lector de Tintin más posibilidades de disfrute es Bob de Moor, por la similitud que presenta (insisto, a priori) su personaje Barelli con Tintín. La similitud es tanto gráfica como en la temática de las historias. El dibujo de las historietas de Barelli recuerda muchísimo, sobre todo en los últimos álbumes, al de Tintín. No en vano De Moor fue durante los últimos años de vida de la serie Tintín, la mano derecha de Hergé, y a su plumilla debemos la mayor parte de álbumes como Tintín y los pícaros o el remake de La Isla Negra. Barelli es un actor de teatro dado a meterse en follones, que de vez en cuando utiliza fuera del escenario su habilidad para caracterizarse, cuando le conviene para salir con bien de los enfrentamientos con villanos de la peor especie en los que se ve envuelto.
Recientemente, Netcom 2 editorial he editado la colección completa de Barelli, que hasta ahora sólo había visto la luz en España parcialmente en los años 90, gracias a Juventud que editó los primeros álbumes de la serie.


Las historietas de Barelli son bastante breves (unas 30 páginas por lo general). Se trata de historias de aventuras, si bien hay que decir que en ellas predomina mucho el humor. Bob de Moor cuenta sus historias de un modo muy desenfadado, por lo que su lectura es más ligera que la de un Tintín o un Blake y Mortimer.
La otra gran obra de De Moor es Cori el Grumete. Esta es la serie en la que De Moor más se aleja de Tintín, y a mí me parece su obra más lograda. Aunque aquí se ve a De Moor algo incómodo en el dibujo de los personajes, las historias tienen intensidad y mantienen más el interés que en las de Barelli. Los malos de etas aventura suelen ser los españoles, por lo que no ha tenido mucha fortuna a la hora de publicarse en nuestra país. Los pocos ejemplares que se editaron alcanzan altos precios en el mercado de segunda mano, por lo que muchos esperamos como agua de mayo la publicación  de la serie completa  por Netcom 2, que se ha anunciado que será inminente. Mostramos aquí una imagen promocional extraida de la web de Netcom 2, de las que realmente transmiten ganas de leer un álbum, a mi por lo menos.
 
Y llega el turno al otro gran discípulo de Hergé, Jacques Martin, creador del galorromano Alix y el periodista Lefranc.
Existe cierta controversia sobre la pertenencia o no de los comics de Jacques Martin a la corriente de la línea clara. Para los más puristas, sólo un álbum de Lefranc (“La gran amenaza”) y uno o dos de Alix (“La isla maldita” y quizá “La tiara de Oribal”) pueden encuadrarse dentro de la línea clara.
De todos modos, sólo los álbumes que he mencionado ya otorgarían a Martin un puesto de honor en el Olimpo de la línea clara. “La isla maldita” es una historia de aventuras, intriga y hasta me atrevería a calificar de ciencia-ficción ambientada en Roma. Y no porque haya naves espaciales, sino porque Martin juega con  avances científicos coherentes con los conocimientos de la época (Arquímedes) y los integra en la aventura. Gráficamente también es pura línea clara hergé-jacobs.
Es verdad que después de estos álbumes, muy influenciados por Hergé, Martin desarrolló, al igual que Jacobs, un estilo más realista. Este cambio afecta sobre todo a los personajes .Si nos fijamos en los fondos, en toda la serie encontramos parecido de los escenarios naturales, la arquitectura, etc. con los de Tintín. Como hemos comentado, la línea clara se distingue por un importante realismo en los fondos, especialmente con la etapa de Tintín de “El asunto Tornasol” o “Stock de Coque”, álbumes en los que colaboró Martin en los Studios Hergé.

En estas imágenes vemos los álbumes “El valle de las cobras” de Jo, Zette y Jocko”, de Hergé, en el que colaboró Martin, y “Las legiones perdidas” de Alix.Con esto pretendo ilustrar que, sobre todo en aspectos como la forma de dibujar los fondos, el interés por el detalle, el rigor y la claridad gráfica , las similitudes entre la obra de Hergé y la de Martin son mayores de la que algunos dicen.


La serie Lefranc es más irregular que la de su antepasado romano, pero de ella destacaría la trilogía inicial en la que el protagionista se enfrenta al villano Axel Borg y el álbum que sigue a la trilogía, “La guarida del lobo”, dibujado por Bob de Moor.
Personalmente la influencia que he absorbido de Martin se refiere más al aspecto de los escenarios, ya que su modo de dibujar los personajes pertenece a una tendencia realista en la que no me siento tan cómodo por no haberla practicado.

Esta plancha del principio de “El huracán de fuego” sirve muy bien para mostrar ese modo de representar los escenariso con rigor y de detenerse a veces en determinados elementos del contexto, del escenario, un poco más que Hergé, a través de viñetas grandes y un gran cuidado por el detalle.
En una línea más humorística, tenemos a Chick Bill,de Tibet. Me atrevería a decir que sería el western de humor por excelencia si por alguna razón ni hubiera existido Lucky Luke. Goscinny hizo un guión para una de las aventuras, por lo general escritas por Greg. Un dibujo limpio, claro y expresivo en la  línea del mejor Hergé y la caracterización de los personajes mediante el humor me parece de lo más destacable en esta serie. También es notable la capacidad para elaborar historias entretenidas que, sin tomarse muy en serio a si mismas, y jalonadas de gags, no decaen en ningún momento, sino que tienen la solidez suficiente como para no limitarse a ser una mera sucesión de gags. 


Y llegamos a los ochenta. Ted Benoit  abandonó en un momento dado de su carrera  el trazo underground de obras suyas anteriores como “Hospital” para entregarse a la estética hergeiana. ¡Y vaya resultado!
En el segundo álbum de su personaje Ray Banana, “Ciudad luz” cambia el blanco y negro por el color, contando para ello nada menos que con las coloristas de los estudios Hergé. Un color limpio y deslumbrante y un dibujo magnífico, al servicio de una historia de suspense que arranca con un aire de lo más hitchcockiano y que, en mi opinión, desgraciadamente no termina de funcionar, yo creo que por la falta de un protagonista sólido con el que el lector pueda identificarse. En cualquier caso, un álbum memorable.

Otra de mis influencias es la de Floc’h y Rivière, cuyo personaje Francis Albany llenaba la portada del nº 1 de CAIRO. Joan Navarro quiso estrenar su revista con “Dossier Harding”, una intriga policíaca al estilo de Agatha Christie, segunda entrega de su trilogía inglesa. Recuerda a Tintín, pero los personajes tienen unas proporciones algo más realistas, como en Jacobs. Los rostros también son menos esquemáticos que en Tintin, pero conservando el lenguaje de línea clara, sin sombras ni excesivo detalle en los rasgos.  En el modo de dibujar a las mujeres, podemos decir que Floc´h parte de cero, pues en la obra de Hergé y Jacobs éstos estaban casi ausentes. Aquí se trata de mujeres bellas y elegantes que nada tienen que ver, por ejemplo, con la Castafiore. Y he de decir que consigue unos personajes atractivos y con encanto. La influencia de Floc´h está muy presente en mis dibujos, desde el momento en el que empecé a buscar  la fisonomía de los personajes principales.
 

En esa época despuntaba también el holandés Dick Briel, autor de las aventuras del profesor Palmón, (por emplear el nombre con el que lo conocí en CAIRO, con un dibujo que recuerda mucho al de Hergé, si bien los personajes son menos cabezones que los del maestro, lo que les da un aspecto más real. Briel sitúa a los personajes en una época cercana a “las siete bolas de cristal” o “El asunto tornasol”.
Con un estilo más personal y más difícil de encuandrar, aunque a veces se le incluye entre los autores de línea clara, está Jacques Tardi. Tardi es a estas alturas todo un clásico y para nosotros un punto de referencia obligado, dado que varias de sus comcis más notables se desarrollan en la época en la que se mueve nuestro personaje Miquel Mena. Las extraordinarias aventuras de Adéle Blanc-Sec se desarrollan en el París de la década de 1910 y se mueven en un mundo que combina elementos como la fantasía científica y el folletín, algo que también Pablo y yo nos planteábamos hacer. Es fácil comprobar, sin embargo, que nos hemos alejado del tono deliberadamente absurdo-paródico de Adèle Blanc-Sec para darle a nuestros comics un tono algo más parecido a la aventura más pura.


En la definición inicial de los personajes buscamos referencias en Tardi, pues nos parecía que un personaje con un físico como el de Lucien Brindavoine, por ejemplo, casaría bien con esta saga.
Estos dibujos en los que copiaba personajes y viñetas de Adèle Blanc-Sec datan de cuando yo tenía 15 ó 16 años, y son la prueba de que cuando Pablo me propuso echar un vistazo a aquella serie pensando en su proyecto de Miquel Mena, ya formaba pàrte de mi background, de mis raíces,
Pierre Wininger es un discípulo de Tardi del que se ha publicado muy poco en España. Sin embargo, los álbumes “Sobras de ninguna parte” y “Evergreen”, que se desarrollan en la misma época que los de Mena, son obras notables, que me ayudaron a aproximarme a la época en la que íbamos a trabajar, máxime por que su estilo de dibujo algo más comedido y preciso que el de Tardi se asemejaba más  a lo que me proponía hacer.


En España, esta corriente, tal como hemos visto en los artículos dedicados a CAIRO y a la línea clara española, experimentó un notable impulso en los ochenta, con autores como Daniel Torres, Sento, Mique Beltrán, Micharmut, Pere Joan, Sacaramuix, Carles Rubio, Roger, Montesol y un largo etcétera. 
Se trata de una época a pasionante del comic español, que excede de los límites de esta charla, Sin embargo, sí mencionaremos  un  álbum un poco “rara avis” de esa época, “El enigma Gaudí”..En nuestro primer álbum nos proponíamos mostrar la Barcelona de princiìods del siglo XX, algo que se ha practicado poco en el comic en español. Como ejemplo de comic de línea clara que se desarrolla en esa época existe el precedente importante de “El enigma Gaudí”, de Sire. Un punto en común de este cómic era el interés por el modernismo catalán. Sin embargo, el álbum de Sire se centra en la obra del arquitecto Antoni Gaudí, mientras que nosotros nos hemos fijado en otros edificios que tejen el paisaje de la Barcelona modernista, menos conocidos pero muy característicos de la época.
En los 90 no podemos dejar de mencionar a Pascal Zanon y su Harry Dickson, que lleva al comic con guión de Christian las aventuras de este personaje de novela. La influencia de Edgar P. Jacobs es muy marcada en el dibujo, El empeño en dibujar con toda precisión cada detalle y el aire jacobsiano de los personajes, como si de un homenaje a Blake y Mortimer  e tratara, son razones suficientes para que no falte esta colección en mi estantería.
André Taymans, a quien tendremos el privilegio de tener este fin de semana aquí en la Fnac, con Caroline Baldwin, ha conseguido crear una serie longeva que recoge el testigo y que ha alcanzado el reconocimiento general de público y critica.
Taymans ha sido también el responsable del dibujo de tres de los más recientes álbumes de Lefranc. Aquí tenemos una muestra de su trabajo en “Le Châtiment” (“El castigo”), todo un homenaje al cine de Hollywood de los años 50.
Con un aroma que recuerda a Edgar P. Jacobs tenemos a Patrick A. Dumas, autor de Allan McBride. Tras practicar un estilo diferente en anteriores obras, Dumas recala en la línea clara de corter clásico. Sus aventuras pertencen al género de la aventura arqueológica y nos remiten a “El misterio de la gran pirámide”, de Blake y Mortimer , del que hablábamos hace un rato. En la revista Netcomic, de NEtcom 2, hemos podido conocer su historia “La odisea de Bahmés”.
En Holanda no faltan autores de talento como Eric Heuvel , cuya serie January Jones, en Francis Jennifer Jones) conoció una publicación en castellano de la mano de editorial Juventud en los 90, álbumes hoy día inencontrables. Com guión de Martin Lodevijk nos traslada a unos años 30 con aromas de Indiana Jones e inaugura una nueva etapa de aventuras de línea clara protagonizadas por chicas, de la que luego veremos algún ejemplo, algo que viene a compensar de alguna forma la ausencia de la mujer en la línea clara clásica. Aventura con toques de humor y un trazo fuel a las raíces de la  línea clara más pura, definen la obra de Heuvel. 

Aunque no es una historia de aventuras, no quería dejar de mencionar el comic de Heuvel “La búsqueda”, que relata el holocausto nazi a través de la historia personal de una familia. Ha tenido gran difusión Europa y ha sido publicado en España por Planeta. Es una prueba que el estilo de la línea clara se adapta perfectamente al objetivo que se perseguía: contar con rigor ,precisión y carácter didáctico para todos los públicos una parte de la Historia del siglo XX que merece la pena no olvidar para que nunca más se repita algo parecido.
Olivier Marin y Emilio Van der Zuiden crearon hace unos cuatro años ”El misterio de la Traction 22” la primera de la que se está convirtiendo en una saga de aventuras autoconclusivas,: “Las investigaciones de Margot”. Fue publicado por la editorial suiza Paquet dentro de la colección Callandre. Se trata de una colección temática sobre automóviles clásicos, que reúne alrededor de este tema a distintos dibujantes y guionistas. Margot es una atractiva y resuelta periodista del mundo del automóvil que en el segundo álbum se mete a conductora de carreras.
Despúés de los dos primeros álbumes, Van der Zuiden abandona la serie para crear “Las chicas del tio Bob”, que continúa con la temática de coches y chicas, y  retoma el testigo de Margot el dibujante Callixte. En España han sido publicadas por Netcom 2 tanto la serie de Margot como Las chicas del tio Bob. Como se puede ver, la ambientación y el modo de dibujar los vehículos son impecables recuerda mucho al clásico de la revista Tintin de Michel Vaillant de Jean Graton.
También a la colección Callandre pertenece “Eté indienne pour la mini”, de Régric, con un trazo que recuerda mucho a Bob de Moor y al Hergé de la última época. Este álbum, en principio un “one shot”, ha sido publicado en España por Netcom 2 con el título “Enredados por el mini”.
Como en el caso de Taymans, en el caso de Régric hay que mencionar también su papel como ocntinuador de la serie Lefranc, de Jacques Martin. Actualmente está dibujando ya su cuarto álbum y poco a poco va perfeccionando su estilo, como refleja la portada de ”L'enfant Staline”, verdaderamente una delicia.
El holandés Peter Van Dongen permanece como el gran desconocido de la línea clara en España. Sus trabajos de ilustración son deslumbrantes y su díptico "Rampokan", singular e interesante. Descendiente de habitantes de la antigua colonia holandesa en Indonesia., Van Dongen desarrolla una historia que nos remite a aquel mundo, con un trazo convincente y coloreada con un peculiar tono sepia. Su historia “Muizantheater” también nos traslada a otra época y sus protagonistas recuerdasn a personajes de Hergé como Quick y Flupke o Jo, Zette y Jocko.

La línea clara ha traspasado también el Canal de la Mancha, y tiene en Garen Ewing, con  “La orquídea Arco Iris," a su principal representante en las islas británicas.
Este tríptico recupera el sabor de la aventura clásica de Conan Doyle, Rider Haagard o Kipling y recupera el empeño por desarrollar un ahistoria de aventuras que se lea de un tirón ,basándose en los pilares del lenguaje de la línea clara: como son la legibilidad, la credibilidad de los escenarios y la ambientación y un sabio empleo del humor y del sentido del ritmo narrativo. Esperemos que Ewing, que ha quedado un poco extenuado después de esto, no abandone los lápices y continúe por este camino.

A continuación veremos brevemente algunas imágenes del proceso de trabajo de Miquel Mena.
Para cada plancha recibo de Pablo un guión redactado a modo de guión cinematográfico, acompañado de abundante documentación gráfica y de una propuesta de distribución de viñetas o “decoupage”.
A partir de ahí dibujo un boceto tipo storyboard, en tamaño reducido pero en el que se definen ya los encuadres, posición y tamaño de bocadillos de textos (ver imagen).
Una vez vistos los detalles con Pablo o solucionadas las dudas que puedan presentarse, realizo la plancha a lápiz en tamaño grande (40X30 cm.) (ver imagen).

Una vez que la plancha ha sido aprobada procedo a dibujarla a tinta en un papel más satinado por procedimiento de calco



Tras escanearla se hace llegar a la editorial, donde se monta la página y se pasa al colorista.Para este segundo álbum tenemos la gran suerte de contar con Loli Irala, responsable del color de álbumes dibujados por Régric como “Navidades negras” de Lefranc o “Enredados por el mini”. Tras realizarse la primera prueba de color, la reviso y realizado las correcciones o sugerencias que creo necesarias.







Al existir un trabajo previo de Pablo en cuanto a la definición de lo que aprece en cada viñeta y la distribución y tamaños de éstas, ello me permite hacer bocetos un poco más detallados cada vez, que prefiguran más claramente lo que será el resultado final.
Aquí pueden verse ejemplos del trabajo de documentación que acompaña el dibujo, que es definido por Pablo y completado por mí en muchos casos para terminar de definir detalles de elementos que aparecen, ya sean reales o similares a otros reales.

 En este caso vemos el castillo de Rosenburg , en Austria, que no aparece como tal en el álbum pero ha servido de modelo. He adaptado algunos elementos y combinado con otros de otros castillos para darle verosimilutud al imaginario castllo del conde Leopold que podéis ver en la portada del dossier que podéis recoger.
También puede verse la Karlsriche de Viena, con su iglesia barroca de San Carlos Borromeo y las dos estaciones gemelas del metro de Viena dediseñadas por el arquitecto modenista Otto Wagner. Continuamos así la presencia de la arquitectura modernista en Miquel Mena, que en “Ladrones de almas” estaba representada por el modernismo barcelonés y el Art Nouveau de Bruselas, y que aquí está presente a través de la arquitectura de la Secesión vienesa.

La representación lo más fiel posible de los distintos uniformes de la época es otro reto a tratar de cuidar y conseguir con éxito.
La escalera de la ópera de Viena estará también presente en la aventura.


La línea clara no está obsoleta ni superada, ni mucho menos. Tratando de poner en práctica las enseñanzas de los maestros, los autores que he mencionado están poniendo todo su talento al servicio de contarnos historias. Historias que nos resulten atractivas, entretenidas e interesantes. En esa línea estamos Pablo Herranz y yo y en esa línea (clara) seguiremos.

20 comentarios:

  1. Estupendo artículo, José Luis. Por un momento me ha parecido estar presente en las Jornadas Comiqueras. Gracias por compartirlas también con quienes no hemos podido asistir. He disfrutado mucho con el proceso de creación de vuestro cómic, ¡cómo disfrutas!. Tengo muchas ganas de leerlo ya. Os deseo mucho exito. Un abrazo

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  2. Impresionante José Luis...! con esto rellenamos 2 revistas :D :D

    Abrazo,

    ArteAlfa

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  3. Tuvo que ser una gran ponencia. Enhorabuena!!

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  4. Gracias, profesor! a ver para cuándo algún evento que te pille más cerca. Un abrazo.

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  5. Hola, quería hacerte una pregunta: ¿Has pensado en llevar a Mena a la Atlántida? No en clave arqueológica, para encontrar ruinas, sino de ciencia ficción; ya sabes, para descubrir una civilización atlante escondida, con una tecnología avanzadísima, a lo Leloup o E.P. Jacobs. Podría ser una misión de La Sociedad. Creo que sería para ti una oportunidad de dejar de lado, aunque fuera sólo por una vez, el rigor documental y todo ese montón de fotos y libros sobre el mundo de principios del siglo XX. Podrías crear tu propio universo tecnológico y tu propia cultura, desde cero, sólo con tu imaginación, y llevarlo a donde tú quisieras. Creo que sería una bonita experiencia, tanto para ti como creador, como para los lectores. Yo tengo muchísima curiosidad por ver cómo te desenvolverías. No sé, es algo que a mí me fascina, algo que yo haría si tuviera talento como dibujante y me dedicara a esto. Gracias por tu atención.

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  6. Gracias por tu sugerencia, Longibando. La verdad es que, como ya he comentado alguna vez, "lL enigma de la Atlántida" es el álbum que menos me gusta de Blake y Mortimer. Lo que no quita para que pudiera existir un Miquel Mena en la Atlántida que no cayera en los vicios o errores de los que a mi juicio adolece el álbum de Jacobs. De todos modos, es más bien una pregunta para Pablo Herranz, que es quien concibe y crea las historias de Mena, yo sólo las dibujo... Saludos.

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  7. Interesante sugerencia, Longibando. A mí personalmente el tema de la Atlántida me fascina, no sólo por el álbum de Jacobs, que me gusta a rabiar, o el formidable "La isla maldita", de Alix, sino también por pelis como "Agente 04 del imperio sumergido", que en clave pulp y dentro de la cifi japonesa aborda este tema, o la curiosa "Il gigante di Metropolis", de la cual incluí reseña en el imprescindible monográfico de la revista Quatermass dedicado al cine fantástico italiano.
    La cuestión es que por mucho que guste el tema está un tanto sobrexplotado... pero...pero... pero en cierto modo lo veremos en breve, pues para el caso, aunque sin Atlántida de por medio, en el segundo volumen nos vamos a encontrar con ese choque de civilizaciones que a tantos nos fascina y al que aludes en tu comentario. En "¡S.O.S Zeppelin!" hay un claro contraste entre la sociedad digamos decimonónica del Imperio Austrohúngaro, totalmente rancia, pero deliciosa desde el punto de vista visual e incluso temático, y la sociedad hipertecnificada -para la época- que promueve un nuevo y temible villano, Khaos. En resumidas cuentas, haciendo honor a la tradición pangermánica del folletín en el segundo volumen vamos a tener un choque ideológico pero también estético entre culturas. Evidentemente eso permite a Povo construir, desde sus conocimientos como dibujante pero también arquitecto, un universo imaginario tecnológico sin tener que plegarse a las exigencias de la documentación. En pocas palabras: lo vamos a gozar...

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  8. Pablo, estoy contigo al cien por cien. Me encanta El Enigma de la Atlántida y esasvpelículas a las que te acabas de referir. Por cierto, siempre me pareció que el álbum de Jacobs empezaba de manera muy extraña, vamos, que faltaban cosas... Al parecer la historia estaba pensada para dis álbumes y 'se comieron' el primero. Lo explican en el blog en castellano de B&M.

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  9. Interesante información, Jesús. No conozco los entresijos de la creación de "El enigma de la Atlántida". Lo busco.

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  10. ¿Se sabe algo más acerca del mes exacto de aparición de 'S.O.S. Zeppelin? Después de verano, sí, pero ¿el mes?
    Muchas gracias.

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  11. Vicente, me temo que habrá que no saldrá hasta diciembre. Un saludo.

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  12. Hola. De nuevo por aquí, pero ya contando los días que faltan para que salga S.O.S Zeppelin. No exagero. Me gustaría sugerir un par de cosillas aunque, para que sirva de algo, habría que saber si hay más álbumes en perspectiva, cosa que lo mismo ni vosotros ni Netcom2 sabéis o queréis revelar. Pero da igual, haré la sugerencias
    de todas maneras.

    1ª. Que hagáis un 'gag' con aquella biela que tenían los coches de la época, con la que se encendía el motor. Seguro que hay mucho jovenzuelo que no ha visto aquellas películas de cine mudo que ponían en TVE cuando sólo había una cadena (o dos, depende de la zona del país).
    Fijo que muchos creen que el encendido electrónico se inventó en 1903 o, incluso antes.
    No sé, creo que sería gracioso, y también bonito, ver a Boro y/o a Miquel dándole vueltas a la maldita manivela.

    2ª. Que alguna aventura esté ambientada en España. Y dado que Barcelona es el ambiente natural del personaje, no en esa ciudad. Así variaríamos. ¿Quizá en Galicia, Andalucía u otra región? Me imagino a Miquel Mena en Sevilla. Tendría gracia ver cómo interactúa con los autóctonos. Sería un desafío para ambos, tanto el guionista, para captar algo del ambiente local, y para el dibujante, para documentarse sobre otra ciudad o región. Bueno, y para captar el ambiente llenando de personajes los lugares recreados.
    Está claro que saldrían a relucir algunos tópicos, pero si está bien llevado, sin hurgar tampoco demasiado, creo que puede estar bien. No olvidemos que los álbumes de Hergé están llenos de tópicos hasta reventar. O si no, que se lo digan al ciudadano congoleño que denunció 'Tintin en El Congo' ante la justicia belga. Hombre, lo que pasa es que Hergé se pasó tres pueblos, la verdad.

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  13. Gracias, Vicente. La imagen de Boro o Mena dándole a la manivela la he visualizado en el acto según leía tu comentario, y desde luego encaja perfectamente con la serie. Tiene mucho que ver , en efecto, con películas mudas como las de Harold Lloyd Buster Keaton, que para nosotros son referentes obligados. Lo de la vuelta de Mena a España está previsto, aunque no para el tercer álbum todavía. Curiosamente Sevilla es mi ciudad natal, aunque al poco de nacer nos trasladamos a Madrid. Si George Lucas rodó en Sevilla para "El ataque de los clones", ¿por qué no hacer nosotros lo propio...? Lo dicho, gracias por tu interés, tus palabras y tus sugerencias y recibe un cordial saludo.

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  14. Hola. Tengo otra sugerencia y petición que hacer, aunque esta es más personal, igual que aquella que hice de la Atlántida. Veamos, Eigen es un científico loco, ¿no?. Vale. Ya ha creado dirigibles, aviones (creo), etc.
    Bueno, pues sugiero y pido que cree algo que esté por encima de su época: un helicóptero.
    Los precedentes no pueden ser más ilustres: nada menos que Zorglub.

    http://files.lesdiplomates1984.com/200000251-addd8aed72/Zorglub_Lives_by_Lionheartcartoon.jpg

    ww.2dgalleries.com/planches/2014/66/d/0/tarrin-la-zorglumobile-dans-la-neige-2vt3.jpg

    http://www.objectible.net/series/SpirouVoitures/images/tome15/t15p19c5.jpg

    http://www.spirou.com/album/dossiers/zorglub3.jpg

    http://www.neuvieme-art.com/images/encyclo/albums/Le-Mythe-Zorglub.jpg

    ¿Verdad que dan ganas de cambiar la Z por una K?

    Hasta ahora, los 'gadgets' de Eigen han sido 'conservadores'. ¿No sería posible darle unas alas más futuristas, con un aparato capaz de vuelo vertical e incluso más velocidad?

    También la familia Verne, en 'La misión Barsac': novela escrita totalmente por el hijo mayor de Jules Verne, Henri, sobre un argumento de su padre. Harry Killer, igualito que Zorglub o Khaos, tiene máquinas voladoras avanzadas, los 'planeurs'. Este enlace es para ti, José Luis, por si no conoces la obra o a este artista que ha recreado el universo tecnológico verniano.

    http://jeanpierrebouvet.blogspot.com.es/2010_09_01_archive.html

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  15. Gracias, Vicente. Apasionante lo de Harry Killer, lo desconocía por completo. Saludos!

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  16. Para apoyar mi petición, he ido a Juan de la Cierva, que logró su primer autogiro en condiciones en 1924:
    http://es.wikipedia.org/wiki/Cierva_C.6

    Hasta 1930, nadie, absolutamente nadie, salvo de la Cierva, pudo conseguir un aparato tan seguro (mucho más que un aeroplano), ni con una carrera de despegue tan corta y un aterrizaje prácticamente vertical. De verdad, me he querido currar la propuesta, y he quedado absolutamente sorprendido de lo revolucionario que fue el aparato de de la Cierva para la época. Podía despegar y aterrizar en un pañuelo, quedarse sin combustible en pleno vuelo, o averiarse el motor y, mientras con un avión o un helicóptero moderno eso es casi una muerte segura, con el autogiro puedes aterrizar tan tranquilo, porque el rotor gira sin el motor. Podría perfectamente imaginar a Mena siguiendo atentamente las actividades de de la Cierva o, incluso, asistiendo a alguna prueba.
    ¿Y si Eigen , más adelante, si se llega a 1925, conociera de la existencia del mismo y desarrollara uno propio?
    Hombre, también podría desarrollar un helicóptero a partir de los trabajos de de Bothezat, d’Ascanio, Berliner o Pescara.

    wikipedia.org/wiki/Berliner_Helicopter
    http://en.wikipedia.org/wiki/De_Bothezat_helicopter

    http://en.wikipedia.org/wiki/Pescara_Model_3_Helicopter
    http://www.aviastar.org/helicopters_eng/berliner.php

    Bueno, pues hasta aquí la sugerencia. Como el hombre propone y Dios dispone, pues yo propongo y vosotros disponéis, puesto que es vuestra creación.
    Muchas gracias por leerme.

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  17. Gracias, Vicente.Resulta interesante la idea de anticiparse a la ciencia, como hizo Hergé con la aventura lunar. Además, si la diferencia no es por muchos años, como en este caso,(y en el de Tintín) resulta plausible. En S.O.S. Zeppelin, aunque aparece de nuevo Eigen, el protagonista es el marqués de Kniel, apodado Khaos, que se rodea de cinetíficos e ingenieros que desarrollan una tecnología muy avanzada para la época. Actualmente el comic ya está terminado, está al final el proceso de maquetación y coloreado. Pero tu idea del autogiro puede ser interesante para futuras aventuras. Un saludo.

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  18. Yo había notado el paralelismo entre el Olrik de Blake y Mortimer y vuestro Khaos. Pues esto viene a propósito de la petición que os hacía referente a los autogiros el otro día. Recordaréis que en ‘El Secreto del Espadón’, E.P. Jacobs nos mostraba unos engendros tecnológicos muy avanzados para la época en que se desarrolla la historia, así como un invento absolutamente fantacientífico: el propio Espadón.
    Bien, pues da la casualidad de que el último álbum de B & M, de inminente aparición retoma la historia de aquellos tres álbumes. Estoy sorprendido por la coincidencia con vuestro ‘S.O.S. Zeppelin’, justo por las mismas fechas, o sea, en los próximos días. Dos historias con muchas similitudes y un trasfondo histórico parecido que van a aparecer simultáneamente. Asombroso.
    Mirad la portada y leed el argumento. Es casi ‘S.O.S Zeppelin’ unos 30 años más tarde. Como podéis ver, aparecen ya en portada 2 aviones a reacción. Uno de ellos, el Horten Ho-229 alemán, era de lo más avanzado que se podía diseñar en la época. Todo por cortesía de A. Hitler y sus increíbles programas para desarrollar las ‘Wunderwaffen’.
    http://www.bedetheque.com/BD-Blake-et-Mortimer-Editions-Blake-et-Mortimer-Tome-23-Le-Baton-de-Plutarque-226934.html

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  19. Los personajes como Khaos y Olrik o Zorglub, los villanos rodeados de alta tecnología no es en absoluto puro folletín , pura fantasía. No. Un genio maligno como ellos existió, por desgracia, se llamaba Adolf Hitler. Hitler se rodeó de los mejores cerebros de su época en todos los campos susceptibles de permitir el desarrollo de armas devastadoras e invencibles de destrucción masiva, que le dieran el dominio absoluto. Yo me he interesado siempre en la cuestión aeronáutica, que es la que más me interesa. Durante todo el siglo XX, la aeronáutica ha estado viviendo de la tecnología nazi, de la que se nutrieron los aliados con avidez sin precedentes. Basta ver cómo iban por las bases y laboratorios secretos arramblando con toda la tecnología y capturando los increíbles prototipos que se encontraban. Acerca de los aviones secretos de Hitler, esta página es imprescindible. La mejor que existe. No sé si ya la conocéis, pero por si no, ahí está.

    http://www.luft46.com/

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  20. Ya había leído acerca del nuevo Blake y Mortimer, tengo ganas de echarle el guante. Por otra parte, ultimamente el centenario de la primera guerra mundial ha dado lugar a varios comics ambientados en aquella época. Los biplanos han salido ya a la palestra con "El piloto de Edelweiss", en un estilo por lo demás alejado de la línea clara, casi hiperrealista. Y en cuanto a los dirigibles, también se nos ha adelantado Eric Heuvel con "La tumba del Zeppelin", el último álbum de January Jones. Con todo, no nos preocupan estas coincidencias, al contrario, todo suma para sumergirnos en la apasionante historia de la primera parte del siglo XX; además, creo que la historia que ha concebido Pablo tiene un punto de vista personal e intransferible y una serie de ingredientes que le hacen tener un carácter propio, que creo (tengo fe) en que gustará.

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