El 29 de septiembre se presentará en Praga el largometraje Alois Nebel inspirado en la novela gráfica homónima, de Jaroslav Rudis y Jaromír 99, que recopila tres volúmenes, el primero de ellos publicado en 2003. La película dirigida por Tomas Lunak es la primera producción checa que utiliza la animación rotoscópica, por la cual se pretende capturar fielmente el espíritu del cómic. Según Lunak, "Es una película que parece animada, pero no lo es”.
Jaroslav Rudis, guionista del filme y coautor del cómic, comenta que desde el nacimiento de Nebel en 2003, "se ha convertido en un personaje emotivo y popular. Pensaba inicialmente que sería una cosa underground.”
“Nos inspiramos en la obra de Bohumil Hrabal, mi escritor
preferido", aclara Rudis sobre el novelista que firmó las novelas Trenes rigurosamente vigilados y Yo que he servido al rey de Inglaterra.
La película retrata el drama de la persecución a la población germana en los Sudetes al término de la Segunda Guerra Mundial, un hecho tabú durante muchos años y sobre el que todavía pesa un silencio. El personaje de Nebel (encarnado por Miroslav Krobot), jefe de estación atrapado en una vida monótona, vive traumatizado por los recuerdos de su niñez, cuando fue testigo de un crimen perpetrado contra la población checo-alemana durante su expulsión de los Sudetes en 1945. Casi cuatro décadas después, con la caída de los regímenes totalitarios del Este de Europa, un misterioso personaje, el Mudo (Karel Roden), aparece en escena dispuesto a vengar el crimen.
Vínculos:
Spielberg-Jackson-Tintín
Es interesante subrayar que a priori los esfuerzos de este filme checo apuntan en una línea bien distinta y mucho más próxima al modelo en el que se basa que la que proponen Steven Spielberg y Peter Jackson para su acercamiento cinematográfico a la figura de Tintín, aunque su propósito sea el mismo, la búsqueda de una fórmula con la que conseguir una comunión perfecta entre cine y cómic.
En mi caso, me sumo a aquellos que ven con reticencia el proyecto hollywoodiense. Aunque en primera instancia adaptar un cómic a la pantalla pueda parecer relativamente sencillo, ya que la obra original es susceptible de seguirse casi como un storyboard, la realidad nos demuestra lo contrario, habida cuenta de la cantidad de adaptaciones frustrantes. Tintín es de aquellos tebeos que se puede tomar como casi un storyboard literal, es muy cinematográfico. En apariencia. En la práctica, hay algo casi inaprensible que lo hace muy difícil de adaptar, o dicho de otra manera, es casi imposible hacer justicia al original.
El principal reparo que se puede esgrimir contra el proyecto de Spielberg y Jackson es su voluntad trimidensional, ya presente en los fondos, en los personajes o, como remate, en el sistema de proyección 3D. El estilo de Hergé era diametralmente opuesto: los colores eran planos, sin profundidad, y huye de la trimidensionalidad, tan buscada por otros dibujantes, para acentuar un aspecto en dos dimensiones que lo hace muy legible.
Lo expresaba muy bien Emilio Aurelio Gil, del blog Tangencias, cuando decía, recuerdo la cita aunque no literalmente, que la aparente sencillez del estilo de Hergé era en realidad fruto de un largo proceso de decantación.
Para mi gusto, imágenes como la siguiente
están más cerca de esto
que de esto
Y, con todo el aprecio del mundo a Richard Corben, no hace falta decir que no es lo mismo.
Veremos.
¡Hola José Luis! A los que las canas nos persiguen, y nos agarran, preferimos el Tintín de siempre. Sin embargo míralo desde la perspectiva de un joven actual, acostumbrado a los videojuegos y al cine en 3D, no le resultarán extraños esos muñecos de tienda de souvenirs.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Pedro Miguel
Hola, Pedro Miguel. Esta entrada la firma un servidor, aunque no sé si nuestro común amigo y anfitrión de este blog, José Luis, opinará parecido. A mí el Spielberg que me interesa es el de los primeros años, hasta 1981.
ResponderEliminarHola, Pedro Miguel.Al César lo que es del César, que diría Astérix, je,je. Respecto al o de la peli de Tintín,desde que se supo qué técnica iba a ser la utilizada expresé también mis reticencias hacia el carácter tridimiensional, que hace parecer muñecos a los personajes(imaginaos emplear todo ese dinero para crear una maravilla visual de linea clara animada como "Chico y Rita" por ejemplo, pero eso no vende); esto se veía ya de antes de que avanzaran las fotos y el tráiler, pues se publicaron imágenes de la peli de Bob y Bobette, hecha de modo parecido, y nos pudimos hacer una idea. Todo esto no quita para que esté convencido de que será un gran espectáculo y un entretenimiento de gran calidad, que además a los aficionados a Tintín nos recordará a nuestros queridos comics y, si no nos ponemos puristas, nos hará pasar un buen rato.
ResponderEliminarUn ejemplo que puede ayudar a clarificar posiciones es la adaptación al cine del Señor de los Anillos, la de Peter Jackson. Cuando la vi en el cine, no me di cuenta, sencillamente disfruté de la película, y es que Peter Jackson consiguió lo imposible, nadie le ha discutido la caracterización de los personajes, y es que coinciden con lo que teníamos formado en la caebeza. Mira que es difícil, pero lo consigue.
ResponderEliminarEn el caso de Tintín, era mas complicado, puesto que no era una imagen mental, la imagen ya existía. La decisión fue darle 3D, en el cine de Spielberg todo queda supeditado al espectáculo, y estoy seguro que lo consigue, pero a costa de traicionar cada una de esas pequeñas imágenes que preconcebidamente tenemos en nuestros cerebros.