En las pasadas Jornadas Comiqueras de la FNAC celebradas en diciembre, José Luis Povo presentó un avance del segundo álbum de Las aventuras de Miquel Mena, "¡S.O.S Zeppelin!"
En el dossier que se repartió a los asistentes se hablaba de influencia de la ficción alemana:
"Si “Ladrones de almas” era un homenaje confeso al folletín francobelga, “¡S.O.S Zeppelin!” pretende ser un tributo a otra de las grandes tradiciones de la cultura popular europea, la germana. Dicen que la crisis de entreguerras fue crucial para que prendiese en el inconsciente colectivo alemán una figura novelesca, un gran villano que manejaba la economía de los países a su antojo, que hacía caer en la miseria a familias enteras y que venía a levantar un Estado en la sombra, un régimen clandestino de corrupción y pillaje al que no podía hacer frente un Estado débil, legalmente constituido. Muchos apasionados de este periodo habíamos leído sobre las implicaciones sociopolíticas de este tipo de ficciones. Y las dábamos por válidas, pero ha hecho falta un entorno económico como el actual para que lo vivamos como algo mucho más cercano… y factible."
¿Ficción alemana? ¿Una concesión a Angela Merkel, acaso? ¿No se estará exagerando?
Vamos a aprovechar la espera de “¡S.O.S Zeppelin!” para ir aportando algunos datos y referencias culturales.
Sin duda, la cinematografía alemana hasta la llegada de Hitler al poder marcó una época e influyó en el imaginario colectivo de todo el planeta. Actores y cineastas húngaros, polacos o, por supuesto, austriacos, recalaban en la vecina Berlín por ser el mayor centro de producción por esas latitudes.
Entre las cintas que atesoraban ese gusto por el pulp y el folletín destacaremos "Die Spinnen" (1919), dividida en dos episodios de largo metraje, "Der Goldene See" y "Das Brillantenschiff Das Sklavenschiff". El primero de ellos está disponible en DVD en una edición de Llamentol, Colección Cine Mudo, bajo el título de "Arañas". Con producción de Erich Pommer para Decla-Bioscop, "Die Spinnen" fue dirigida por un primerizo Fritz Lang, a tan sólo dos años de la maravillosa "Las tres luces" y con las cintas del Dr. Mabuse en puertas.
Esta primera entrega de "Die Spinnen", todavía un tanto titubeante en cuanto a lenguaje cinematográfico, nos presenta al aventurero Kay Hoog, que encuentra flotando en el mar una botella con un manuscrito. La misiva la firma Fred Johnson, profesor de Harvard que asegura haber caído prisionero de los incas en el transcurso de una expedición en Perú.
Como en la carta también se habla de un fabuloso tesoro no faltará una sociedad de encapuchados, autodenominada Las arañas, que pretende robar el documento a Kay Hoog.
Cuando Kay Hoog, interpretado por Carl de Vogt, llega a su destino se suceden imágenes como las siguientes:
Pero las arañas le pisan los talones y llegan a la civilización inca abriéndose paso al presionar un mecanismo oculto en unos grabados.
Tchaaasss... ya están dentro. Lo cual, aparte de a algunas producciones cinematográficas posteriores, nos recuerda a otras aventuras... y en papel, ¿no?
En efecto, se podría considerar a "Die spinnen" o la ficción alemana en general como una posible influencia para "El templo del Sol", el magistral álbum de Tintín.
Una influencia que no se detiene en Hergé. De hecho, cuando leemos la risa sardónica de "La marca amarilla" resuenan en nuestra memoria un puñado de referencias alemanas, con las películas del Dr. Mabuse a la cabeza.
Pero volvamos a "Die spinnen": Los incas han prendido a Lio Sha (Ressel Orla), la despiadada cabecilla de las arañas. Pretenden celebrar el Festival del Sol y culminarlo con un sacrificio humano.
En el siguiente fotograma podemos ver a Lio Sha a los pies de la sacerdotisa del Rey Sol, encarnada por Lil Dagover.
Pero los arañas irrumpen en escena y Kay Hoog participa en la barahúnda subsiguiente, como se muestra en el siguiente fotograma, de antología.
Los protagonistas acceden al lago sagrado que guarda una cascada subterránea y cuantiosos tesoros, en una secuencia con ecos de Karl May, referencia ineludible en las aventuras a la alemana.
Habría desde luego que reivindicar esa tradición pulp alemana, opacada por la difusión de la todopoderosa industria estadounidense. Aunque sea por el simple placer de conocerla.
Fin/Ende
Sobre la ficción alemana en Mis cómics y más:
Ensayo: BOLSILIBRO & CINEMA BIS
Interesante artículo, Pablo. Ahora esperaremos con impaciencia la salida de “¡S.O.S Zeppelin!”, para saber lo que tú imaginación y el arte de José Luis nos deparan.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Miguel Ángel. Está quedando muy bien. Abrazos
ResponderEliminarMe apunto a todo esto como ferviente seguidor. Excelente artículo. Muchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jesús.
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