Hace unas semanas, aprovechando una visita turística al Sur de Francia, entré en una librería de Bayonne y adquirí, entre la inmensa variedad que nos ofrece nuestro vecino país, algunos álbumes de cómics. En unos casos, para completar series ya iniciadas (como el episodio séptimo de “Quetzalcoatl” de Mitton o “Blackout” de Rivière y Floc´h) y en otros atendiendo a mi olfato de aficionado. Entre éstos últimos está el primer episodio de “Il était une fois en France” (Erase una vez en Francia) de Fabien Nury y Sylvain Vallée. La compra vino motivada por la profusión de carteles anunciadores de la aparición del tercer capítulo de la serie y, por un somero examen visual de la obra, que me hizo apreciar que tenía muy buena pinta. No obstante, en un alarde de prudencia, adquirí sólo el primer episodio, por si las moscas. Después de su lectura, me estoy arrepintiendo de no haber comprado los otros dos capítulos aparecidos de esta serie. La publicidad nos indica que nos encontramos ante “un verdadero logro, un libro que cuestiona, intriga y deja sin aliento”, “digno heredero de las películas de Coppola y Leone”. Además la FNAC francesa ha incluido esta obra entre las 30 BD indispensables, junto a “Mattéo” de Gibrat, “Aya de Yopougon”, “Jazz Maynard”, “Kiki de Montparnasse”, “RG” o “W.E.S.T.”, de entre las conocidas por estos lares.
Este primer album, publicado en 2007 por Glénat, lleva por título “L´empire de Monsieur Joseph” (El imperio del señor Joseph) y narra las vivencias de un personaje real, Joseph Joanovici, judio rumano que se convierte en el hombre más rico de Francia durante la Ocupación alemana. La historia nos sumerge en continuos flashbacks que van desde 1905, cuando Joseph es un niño y conoce a Eva, su futura esposa, durante un sangriento pogrom realizado por los rusos, hasta 1965, en que el protagonista está en su lecho de muerte, acompañado solamente por Lucie-fer su más fiel colaboradora a lo largo de toda su vida. Entre medias asistimos a la boda de Joseph y Eva, a la emigración a Francia en 1925, con una mano delante y otra detrás, y a los sucesivos pasos dados por nuestro antihéroe para alcanzar la riqueza a toda costa. Lógicamente, tan imparable ascenso conlleva determinadas acciones carentes de escrúpulos, que hacen que Joseph se sitúe en el punto de mira de las autoridades, en especial del juez de Mellin, Jacques Legentil, que se convertirá en el implacable perseguidor de Joanovici, similar en carácter al Javert de "Los Miserables" de Victor Hugo.
El personaje central de esta serie, huérfano, emigrante, judío, chatarrero, multimillonario, colaboracionista, resistente, es un criminal para algunos y un héroe para otros. Esta ambigüedad moral la podemos apreciar a base de breves pinceladas en este primer capítulo, que no tiene desperdicio ni en el guión ni en el dibujo ni en la estructura narrativa elegida por sus autores. Los otros dos episodios publicados hasta la fecha en Francia son “Le vol noir des corbeaux” (El negro vuelo de los cuervos, 2008) y “Honneur et Police" (Honor y Policía, 2009), aunque, al parecer, la serie llegará a las seis entregas.
Los textos son responsabilidad de Fabien Nury (1976), conocido en España por series como “W.E.S.T.”, con dibujos de Christian Rossi y en el que comparte la elaboración del guión con Xavier Dorison, y “Yo soy legión”, con imágenes de John Cassaday, ambas publicadas por Norma. Además, es autor de, las para mi desconocidas, “Le maître de Benson Gate” (Dargaud), “Necromancy” (Dargaud) y “L´or et le sang” (12bis). Este guionista hiperactivo, ya que en seis años ha firmado, nada más y nada menos, que quince albumes, comenzó escribiendo para el cine, haciendo videoclips y trabajando como creativo publicitario. A los 27 años, su encuentro con Dorison le impulsa a introducirse en el mundo de la BD, y desde entonces viene desarrollando su carrera con éxito creciente.
El dibujo es del francés Sylvain Vallée (Sannois, 1972), diplomado en Artes Gráficas y Cómic en el Instituto Saint Luc de Bruselas y del que conocemos en nuestro país “Gil St André” (Glénat), con guión de Jean Charles Kraehn y que Vallée ha ilustrado a partir de la tercera entrega.
Esperemos que los editores patrios permitan ver pronto traducido al castellano este “Erase una vez en Francia”. Si no lo hacen así, no me quedará más remedio que seguir practicando la lengua de Molière, ya que no me pienso perder las futuras aventuras del señor Joseph
Como aperitivo os adjunto el anuncio de la aparición del tercer tomo:
http://iletaitunefoisenfrance.glenatbd.com/
Tiene una pinta excelente,y desde luego, por lo que se ve en estas planchas y en el trailer, el dibujo es de una gran calidad. Eso de poder elegir una carrera llamada "artes gráficas y cómic me despierta una envidia que ni siquiera puedo calificar de sana.Una visita a Francia bien aprovechada;por cierto, ya nos contarás qué tal está el Blackout de Floc'h y Riviére(si no lo pillo yo antes, je,je) saludos!
ResponderEliminarLa verdad es que entre las futuras entradas para el blog tengo en proyecto una dedicada a BLITZ. "Blackout" sigue con el juego de las muñecas rusas de Rivière y Floc´h. Se trata de varias historias, con formato de cómic y de relato puro y duro, cuyo telón de fondo es el Londres de la 2ª Guerra Mundial, aunque integradas, a su vez, en una aventura de Francis Albany y Olivia Sturgess. Los "autores" de tales historias de Blitz son Francis Albany, el guión del cómic, y Olivia Sturgess, los cuentos. Como siempre, el dibujo del amigo Floc´h espectacular. Como anécdota contar que me compré una corbata en una tienda de estilo inglés de Biarritz, en la que por casualidad vi un cartel publicitario de la firma "Breuer", dibujado por ... Floc´h. Le dije al vendedor si tenía otro cartel similar y amablemente me lo regaló. Para que luego digan que los franceses son antipáticos.
ResponderEliminarPues me parece que, en efecto, la trilogía de Blitz se merece una entrada, la espero con interés. Saludos!
ResponderEliminarque envidia me da todo esto.....sobre todo tener en español el 7 de Quetzacoatl....
ResponderEliminarSaludos