El blog de José Luis Povo

El blog de José Luis Povo
Mostrando entradas con la etiqueta greg. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta greg. Mostrar todas las entradas

jueves, 7 de agosto de 2014

EL INTEGRAL DE BERNARD PRINCE A LA VENTA EN SEPTIEMBRE

CV_Int_BPrince_01_ES.indd 

Ponent Mon ha anunciado el lanzamiento de Bernard Prince volumen 1 para el mes de septiembre. Sería el primero de los tres volúmenes integrales de seguir la edición original en francés.

En el siguiente enlace se pueden consultar los detalles facilitados por la editorial, así como leer algunas páginas de avance de la edición en castellano.

Recordemos que en este blog ya hablamos de la serie y de uno de los mejores álbums:

BERNARD PRINCE, de Greg y Hermann

RELECTURAS: BERNARD PRINCE. "El soplido del Moloch", de Greg y Hermann

Hace escasamente unas semanas Tebeosfera ha dedicado varios artículos al tándem creativo de Bernard Prince. Véase:

GREG, EL DIRECTOR DE ORQUESTA, de Juan Agustí

HERMANN. EL FIN DE LA INOCENCIA, de Juan Agustí

y reeditado un texto ya histórico:

HERMANN Y GREG: HISTORIA DE UN TÁNDEM, de Ángel Olivera

image

lunes, 4 de noviembre de 2013

BERNARD PRINCE, de Greg y Hermann

 prin

Bernard Prince fue una de las grandes series que alumbró la revista Tintin, concebida siguiendo el canon de la Escuela de Bruselas en su vertiente más realista y encajada dentro del género de aventuras.

Tal y como comenta Norman Fernández en su libro "Hermann. La pasión de narrar" (Dolmen, 2007): "Para la creación de Bernard Prince Greg procedió a un ejercicio de reciclaje de trabajos anteriores. Por ejemplo, Greg ya había realizado en 1958, junto al dibujante Louis Haché, una serie de aventuras de un personaje llamado Bob Francval, que era también agente de la Interpol, y que se hacía auxiliar por un joven hindú llamado Djinn."

tintin princetintin prince 2

Iniciada en las páginas de la revista Tintin en 1966, la serie Bernard Prince contaba con el clásico triángulo protagonista: Bernard Prince, ex-agente de la Interpol, un héroe apolíneo noble y arrojado; Barney Jordan, jovial y borrachín marinero, un comic relief en la onda del Jimmy McClure de Blueberry; el joven Djinn, que responde a una tipología de los cómics de aventuras en su condición de avispado ayudante y grumete.

b prince 2

Junto al trío protagonista, uno de los elementos claves es el barco Cormorán, que hereda Bernard Prince y que marca el devenir y el espíritu de la serie: les llevará por los mares en una especie de modernización de Terry y los Piratas, donde nos encontramos hampones, piratas de nuevo cuño, tiranos, guerrilleros...

Se advierte una evolución muy acusada en la serie, tanto a nivel gráfico como argumental. Los primeros episodios son más clásicos, con un aire aventurero más años 30 y 40, pero pronto se hacen eco de los acontecimientos sociopolíticos de la época, como si bebiese de una de esas películas de Harry Alan Towers de ambientación asiática para recrear el hampa y sin amilanarse a la hora de reflejar las guerras de descolonización que sacudían por entonces el planeta, como en el excelente álbum "Guérilla pour un fantôme".

 bn-Bernard-Prince

En cuanto a Hermann en las primeras aventuras, episodios de corta duración, se aprecia el magisterio de Jijé.

Véase la siguiente página de "Une lanterne pour un Petit Poucet", cuarta aventura de Bernard Prince, de tan sólo 6 páginas, curiosamente sobre un guión de Cheradic, el único en el que no participó Greg junto a otros dos episodios, muy breves, que firmó Hermann en solitario.

"Une lanterne..." fue publicada en el número 930 de la revista Tintin, en 1966, año en el que Bernard Prince vivió siete aventuras de 4 a 6 páginas cada una. Un dibujo todavía muy clásico, pinchar para ampliar.

28

Luego Hermann evolucionaría hacia un estilo más recargado y barroco, hacia un realismo sucio pero muy agradecido al impregnar al género de un naturalismo y un verismo siempre bienvenido.

25

Llegaría un momento, como en la siguiente plancha de "Objectif cormoran", 1976, en las que ya apreciamos al autor en toda su madurez.

18

En 1978 Hermann abandonaría la serie en favor de su nueva creación, Jeremiah. No obstante, Greg decidió continuar Bernard Prince en Tintin. Primero junto al dibujante Dany, con historias breves y alguna de extensión estándar, hasta 1989, para finalizar en 1992 con dos trabajos firmados por Aidans a los lápices.

 38

LOS ÁLBUMES

La serie fue prontamente agrupada en álbumes. Desaparecerían las aventuras de corta extensión para alcanzar el número de páginas que permitiese una buena comercialización como álbum, diecisiete en total más uno recopilatorio.

1969. BERNARD PRINCE 01 1969. BERNARD PRINCE 02

1970. BERNARD PRINCE 03 1971. BERNARD PRINCE 04

1972. BERNARD PRINCE 05 1974. BERNARD PRINCE 06

1974. BERNARD PRINCE 07 1974. BERNARD PRINCE 08

1975. BERNARD PRINCE 09 1976. BERNARD PRINCE 10

1977. BERNARD PINCE 11 1978. BERNARD PRINCE 12

1978. BERNARD PRINCE 13 le piege

orage  dynamitera

                     poison

Le Lombard emprendió en 2010 la publicación en volúmenes integrales de esta serie, lo cual tiene bastante sentido en parte por los precios que habían alcanzado algunos de estos álbumes, y en buena medida por recopilar aquellas historias breves que aparecieron en Tintin y que a todo seguidor del personaje le gustaría completar.

Como ya comentamos, en España la serie fue publicada parcialmente en las páginas de Mortadelo Especial y luego agrupada en formato álbum por Ediciones Junior en 1992. Para 2014 Ponent Mon ha anunciado una edición en castellano que suponemos que tendrá una buena acogida dado el número de seguidores con los que cuenta el dibujante belga y el prestigio que mantiene Greg, no en vano el equipo creativo de la mítica Comanche.

También en Mis cómics y más:

Relecturas: BERNARD PRINCE. "El soplido del Moloch", de Greg y Hermann

En la red:

A bordo del Cormorán en El blog Ausente

Bernard Prince en El lector impaciente

Bernard Prince en BD Zoom

Bernard Prince en Tebeosfera

Página web oficial de Hermann Huppen

viernes, 25 de octubre de 2013

RELECTURAS: BERNARD PRINCE. "El soplido del Moloch", de Greg y Hermann

El soplido de Moloch01Hace más de tres años, nuestro anfitrión José Luis Povo creó la sección Relecturas con la intención de compartir "impresiones tras releer álbumes clásicos que leí por primera vez hace muchos años y que por una u otra razón habían permanecido en la estantería un largo tiempo sin ser revisitados..."

La relectura que ocupa esta entrada de alguna manera ya la anticipamos el verano pasado: se trata de "El soplido del Moloch", aventura de la serie Bernard Prince, del guionista Greg y el dibujante Hermann, que leí por primera vez en la revista Mortaportadadelo Especial ¡Catástrofe!, número publicado en 1978.

Es uno de esos tebeos francobelgas que tras las divertidas portadas de Raf ofertaba la publicación de Bruguera Mortadelo Especial, de la que hablamos en la siguiente entrada:

La revista Mortadelo Especial y el cómic francobelga

Como decíamos, la calidad de la reproducción no estaba a la altura, véase la siguiente página (pinchar para ampliar).

074

... y a menudo se reproducía en bitono:

brugera

Compartía páginas con La familia Trapisonda, Doña Urraca, Domingón, Aspirino y Colodión, El capitán Barlovento, Mortadelo y Filemón... historias cortas de humor Bruguera, todo un aperitivo para el que se antojaba el plato principal, un álbum completo.

En 1992 "El soplo del Moloch", pues bajo ese título se editó en Mortadelo Especial, sería bautizado como "El soplido del Moloch" por Ediciones Junior, parte de la colección Bernard Prince de la que sólo vieron la luz seis álbumes.

En cuanto al mercado francófono, esta historia publicada originalmente en la revista Tintin sería recopilada en formato álbum en 1976.

   b7416b7410 

Quedaban tres álbumes más de Bernard Prince antes de que Hermann abandonase la serie en favor de su nueva creación, Jeremiah. Encontramos, por tanto, al dibujante en plena forma, ya pulido su trazo hasta dar con un estilo reconocible, propio, donde se percibe su evolución desde los tiempos de "El general Satán", de 1967.

Un homme, un volcan, nouvelle aventure

"Como vemos, los escenarios se erigen en protagonistas de la serie desde un inicio. Sin embargo, Hermann quería ir un paso más allá y que ese escenario se expresase también, para lo que habló con Greg para que éste fuese introduciendo diferentes fenómenos y catástrofes naturales en los guiones. De este modo, al ir avanzando la serie, la naturaleza fue ampliando su papel protagonista". (Norman Fernández. "Hermann. La pasión de narrar". Dolmen, 2007; a propósito de la serie Bernard Prince)

"El soplido del Moloch" ilustra a la perfección esta cita. En este álbum, la naturaleza determina por completo el curso de la trama: unos gangsters roban el Cormorán, el barco de Bernard Prince, para llegar hasta alta mar donde supuestamente les espera otra embarcación. Confluirán todos los personajes, los gangsters y Prince y sus amigos, que acuden con la intención de recuperar el Cormorán, en una isla con un volcán en erupción en plena evacuación.

cormo volcan

Relato de aventuras y policiaco a partes iguales, "El soplido del Moloch" destaca como un thriller vibrante, tenso, ambientado en un escenario exótico que se diría extraído de "Al este de Java" (1969), donde se confunde un regusto aventurero, modernización en el fondo del esquema clásico de Terry y los piratas, con un melting pot policiaco en el que cabe de forma armónica desde Sergio Sollima, en especial la intriga tropical del inicio de "Ciudad violenta" (1970) o las indumentarias de "Revolver" (1973), hasta la estilización propia del polar más abstracto.

revolver4  revolver_02

Estilización bien palpable en la manera que describe Hermann a la vistosa pareja de killers, Ho y Do, elegantemente vestidos, con un punto hortera y totalmente fuera de lugar; gafa y sombrero calado, traje y corbata de vivos colores. killers

En buena lógica, no interesa tanto la vía Jose Giovanni del polar, la humanización del delincuente, como la estilización que planteaba Jean-Pierre Melville, la abstracción, la maceración de las convenciones y la revisión de los arquetipos al calor del mito, al cual contribuía de alguna manera al deshumanizarlos, al retratarlos a partir de los elementos externos que los caracterizan. La impasibilidad de Ho y Do va en este sentido, algo ya presente desde la primera viñeta en que los apreciamos, impasibles, sin que les veamos los ojos, tras unas gafas que les despojan de cualquier calidez. Como en la mentada vía del polar, lo que importa en este caso no es el trasfondo de los personajes ni su background, es su relación con el género, su condición de arquetipo. Se hace eco de una tendencia que prendió en el cine de los años 60 y que en cierta medida impregna a este cómic. Quizá sea fruto de la reconocida vertiente cinéfila de Hermann, y su estilo cinematográfico, o podría atribuirse a Greg, como guionista, pero en cualquier caso llama la atención que uno de los matones responda al nombre de Ho, como Belmondo en el policial "Ho!" (1968), dirigida por Robert Enrico, y los dos pequen de narcisismo.

ho  Belmondo-Ho

El trío protagonista sigue un esquema muy clásico: Bernard Prince, el héroe más bien drinsípido pero siempre noble en el que muchos lectores quisieran reflejarse; Barney Jordan, jovial y borrachín, de irresistible   simpatía, un poco como Jimmy McClure en Blueberry; el joven Djinn, que responde a una tipología de los cómics de aventuras y que encaja mejor que otros por su condición de, digamos, grumete. Un trío que se podría cambiar por un Capitán Trueno, Crispín y Goliath, o las clásicas parejas de protagonistas, Enak y Alix, Jorge y Fernando, que tuvo mucho predicamento y que luego dio pie a teorías de todo tipo.

En este tipo de aventuras las mujeres por lo general quedan relegadas a un papel secundario. De hecho, en "El soplido del Moloch" el único rol que interpretan va en este sentido, en una aparición además muy breve. Pero aún esa fugaz aparición pone de manifiesto cómo hay una serie de dibujantes, entre los que se encuentra Hermann, que despliega un número más reducido de recursos para retratar a la mujer que con el hombre, incidiendo con frecuencia en el mismo patrón físico (es como si en la mesa de dibujo se revalidase la cita de François Truffaut, según la cual los hombres tienden a enamorarse del mismo tipo de mujer: del mismo modo, el lápiz de algunos dibujantes suele trazar al mismo tipo de mujer).

Hermann, el dibujante

Hermann se había colocado por aquellos años como uno de los grandes dibujantes de estilo realista, en la órbita de Jijé o Giraud. Su gusto por el detalle, casi un requisito de la historieta realista francobelga, llega al barroquismo, que contagia a los rostros, surcados de arrugas e imperfecciones de la piel, frentes perladas de sudor... en una suerte de realismo sucio que casó muy bien con la última etapa de Comanche y ese marchamo naturalista de western crepuscular que le labró un nombre dentro del género.

A tono con la época en la que fue concebido,  "El soplido del Moloch" tiene varias viñetas en las que se restringe la paleta de colores y dibuja a un personaje o una porción de la viñeta en un mismo color. En la primera página ya encontramos una muestra de ello:

 coloer

De esta manera adquiere condición de estilo desde el inicio del volumen, y no se le puede achacar como fruto de la premura debido a las fechas de entrega, lo que podría sospecharse de haberse empleado sólo en las últimas páginas. El "decolorar" en los años 70 fue una solución muy empleada, equivalente al desenfoque cinematográfico, y que enriquece el lenguaje del cómic, a pesar de que en una lectura superficial pudiera parecer un imperativo económico.

En "El soplido del Moloch" hay repetidas muestras de esta opción estética. En la siguiente viñeta apreciamos hasta cuatro fondos distintos. La escasez de colores "pone en foco" la acción y evita distracciones innecesarias.

fondo lejo

Todavía más evidente en la siguiente viñeta. Al reducir la gama de colores se acrecienta la sensación de profundidad de campo y de oposición entre distintos planos/campos. El movimiento del fondo además contrasta sobremanera con la quietud de nuestros protagonistas, cuya mirada nos dirige hacia el fondo.

 profundidad

También encontramos varias viñetas en las que el fondo es neutro o directamente desaparece. Menos es más, al desaparecer el fondo los personajes están "más en foco" (en esta viñeta también se juega con los colores, escogiendo el mismo color para personas y objetos se los traslada a un segundo plano).

fondo sin

Sobre el lenguaje encontramos como es habitual en Hermann un sabio uso de la elipsis. En la siguiente secuencia el bocadillo en off entra en la primera viñeta mientras que el resto de la acción, la salida de Bernard alertado del robo del Cormorán, se deduce por las dos viñetas siguientes.

elipsis

Se nos ofrece asimismo momentos con viñetas que describen varias acciones en paralelo. En la siguiente viñeta, en la parte izquierda, Bernard y Jordan discuten, en la parte central el inspector de policía trata de rebajar los ánimos, y aún más a la derecha el agente ofrece unas fotos que darán paso a la siguiente acción.profundidad sec

Con todo, uno de los elementos sustanciales del álbum, unas de las marcas de la serie, son las grandes viñetas que sitúan al lector en un nuevo escenario o que coronan una secuencia con una viñeta espectacular, como la siguiente.

accidente

El decoupage es francamente dinámico y moderno. Véase la siguiente página, de las mejores del álbum.

cormo

Hay otro momento álgido en el que se emplea un "cambio de eje", primero mostrando la reacción de Djinn al atisbar un río de lava llegando a sus pies, y luego la viñeta en la que vemos la lava alcanzando el lugar donde se encuentran los protagonistas. Al prescindir de la elipsis, se dilata el tempo. Que es una de las claves del álbum, el timing.

Un volcán en erupción

Ese uso del tiempo es una de las mayores virtudes del guión de Greg. Sigue fiel a parámetros clásicos por los que cada página concluye en suspenso o remata una secuencia pero abandona la estructura episódica de aquellas aventuras cuyo fin primordial era la publicación en una revista (muy evidente en el primer álbum de Comanche), consciente a estas alturas de la comercialización en formato álbum.

Mantiene tres intrigas en paralelo: el robo del Cormorán, la grave enfermedad contraída por los hampones y la erupción de un volcán. Son estos dos últimos elementos los que implican una cuenta atrás angustiosa en la que se ve violentada toda la acción, con un manejo magistral de los tiempos y de las reglas del thriller, que tendrán en Van Hamme a todo un relevo. "El soplido del Moloch" es un modelo, una de las cumbres del género, y probablemente uno de los álbumes básicos para entender el devenir del género realista, el ocaso de la aventura tradicional y el auge del thriller.

Cuando preparaba esta entrada para el blog pensaba que era cuestión de tiempo que viésemos la edición integral de Bernard Prince en España, con Planeta como candidato principal tras sus ediciones de Comanche y Jeremiah. Pero ha sido Ponent Mon quien ha anunciado para 2014 la edición integral de este clásico.

Más sobre la serie en:

Bernard Prince, de Greg y Hermann

Otras Relecturas en Mis cómics y más:

RELECTURAS: "Las aventuras de Blake y Mortimer. El caso del collar", por Edgar P. Jacobs

RELECTURAS: 50 Aniversario de "Las joyas de la Castafiore"

martes, 15 de mayo de 2012

TRES CLÁSICOS DEL CÓMIC EUROPEO

En el blog Fort Navajo se están desgranando por entregas "Porqué me gustan los tebeos". En su cuarta entrega apunta a la revista infantil Chío, aparecida en 1965, como una de las responsables de esa afición a los cómics.

A destacar los trabajados y vistosos artículos que ha dedicado a tres personajes publicados en la revista:

Lina/Anna de Greg y Cuvelier

El viejo Nick y Barbanegra de Remacle

Gelmosino de Leone Cimpellin

Line