Que en materia de western Europa tiene mucho que decir lo prueban cuantiosos títulos. Desde el viejo continente se ha construido, sin duda, un potente imaginario, por más que las historias transcurran al otro lado del Atlántico.
La edición integral de una de las series más importantes del cómic del oeste contemporáneo y el lanzamiento, hace un par de meses, de una novela insólita, ambas con la producción europea en el punto de mira, han devuelto a la actualidad al género.
La novela a la que nos referimos, "Un hombre, cinco balas", la firma Carlos Aguilar, conocido escritor e historiador del que en este blog hemos reseñado varios libros, en solitario o colectivos —"Mario Bava", "Cine y Jazz", "Bolsilibro & Cinema bis", etc—. El origen de "Un hombre, cinco balas" se remonta a un proyecto cinematográfico que debía protagonizar el actor estadounidense John Phillip Law, al que Aguilar, en compañía de la canadiense Anita Haas, le había dedicado una monografía, "John Phillip Law. Diabolik angel". La muerte del actor truncó el proyecto para finalmente adquirir forma literaria.
Sin embargo, lejos de perder los ribetes cinéfilos, se han mantenido hasta el punto de dar con una obra singular, única. Ya en una novela previa, "Coproducción" (Valdemar), el escritor madrileño había visitado el mundo del western europeo, pero con "Un hombre, cinco balas" la relación entre literatura y cine es todavía más estrecha: los personajes que pueblan sus páginas adquieren las facciones y la tipología de otros tantos personajes de la gran pantalla. De esta manera, nos encontramos con un sheriff otoñal de nombre John (John Phillip Law), cinco forajidos en busca de venganza (Dan, Rick, Black, Desertor y Cuchillo, es decir, Dan Van Dusen, Federico Boido, Frank Braña, Hugo Blanco y Aldo Sambrell) y tres mujeres de armas tomar (que corresponden con Soledad Miranda, Erika Blanc y Chelo Alonso), en un elenco entre los que se cuentan Martine Beswick, Jack Elam o Eduardo Fajardo. A este juego de referencias contribuye la elegante maqueta, mediante la inserción de fotos con aspecto apergaminado de los actores citados. Aunque pueda leerse sin haber visto película alguna, se intuye que "Un hombre, cinco balas" ofrece ecos inagotables, en la medida en que la relación del lector con la obra se revela como profundamente subjetiva, por cuanto la percepción de los personajes puede cambiar dependiendo de lo firme que sea el recuerdo de los westerns en los que intervinieron, e incluso modificarse en posteriores lecturas si se revisan las películas adecuadas.
Novela, ante todo, de personajes, se pone énfasis en su pasado, su drama interior, y también en el clima y atmósfera naturalista, crepuscular, y en unos paisajes que podrían confundirse con los de una Almería a cuya fotogenia se rinde tributo. A destacar la edición impecable de Calamar, con prólogo de Javier G. Romero, asimismo maquetador, y epílogo del director Eugenio Martín.
Reflejo de otra tradición europea del western, la del cómic, la serie Wanted fue una apuesta de la editorial Soleil con guión de Simon Rocca, que para la casa desarrollaba series históricas como Vae Victis o Le Khan, dibujo del suizo Thierry Girod y color de Jocelyne Charrance. Iniciada en 1995 con "Les frères Bull", la serie conocería cuatro álbumes más hasta que en 2000 completó un ciclo narrativo, mientras que el álbum posterior, de 2004, "Andale Rosita", de momento no ha tenido continuación. En ese sexto episodio, Wanted y Jed, dispuestos a encontrar a Rosita, se adentran en la revolución mexicana, con Juárez en guerra contra los franceses. El álbum, magnífico, con momentos espectaculares y un nivel gráfico superlativo, no culmina y deja la acción en el aire.
El año pasado Ponent Mon agrupó los cinco primeros álbumes en un volumen integral, a un precio elevado, de 42 euros, muy discutido por lo maltrecho de la economía española. Si bien es cierto que los volúmenes integrales en Francia se lanzan a precios módicos, dada por otra parte las dimensiones de su mercado, no es el caso. El integral francés de Wanted costaba 40 euros y sólo recopilaba los cuatro primeros álbumes, dejando el ciclo inconcluso. En estos tiempos en que parece que está de moda criticar o valorar las políticas editoriales hasta el más mínimo detalle, se podría elucubrar, por razones en las que entraremos más adelante, que si Wanted se hubiese comercializado en castellano en volúmenes independientes nunca habría pasado de un par de títulos. Pero, francamente, encuentro más perentorio y productivo reincidir en la importancia del formato álbum para el cómic franco-belga, respetado por la presente edición. Porque si hay algo que se deduce de la lectura de Wanted es la satisfacción que produce reencontrarse con el western en todo su esplendor gráfico, con páginas lo suficientemente amplias para que se pueda recrear la vista, y vivir una grata experiencia lectora, con la que enfrascarse en el desierto y el lejano oeste.
(Arriba, espectacular página de decoupage/composición orgánica. Pinchad para ampliar. Los combates contra los navajos y apaches recuerdan a los de Blueberry).
El estilo de Girod es deudor en algunas facciones de Yves Swolfs, pero en general está influido por el arte de Jean Giraud y la serie Blueberry. Durante el primer álbum todavía se aprecia cierta inexperiencia. Los decorados están muy bien dibujados, en la línea de Giraud, pero a los personajes les falta soltura en las secuencias más dinámicas. El segundo álbum representa un avance considerable. Y en el tercero ya ha alcanzado una madurez gráfica envidiable. A costa, eso sí, de aproximarse al magisterio de Jean Giraud. También se observa que progresivamente se va incrementando el número de viñetas, lo que redunda en un mayor clasicismo y una lectura más densa y con más nivel de detalle. Véanse las siguientes viñetas, procedentes del tercer álbum, en unos planos generales que serían impensables en el primer álbum, donde se prefieren composiciones más cercanas.
La medida de la evolución del equipo creativo de Wanted la da una secuencia casi idéntica en el primer y en el cuarto álbum, cuando Wanted y Rosita son sorprendidos en el lecho por un pistolero que derriba la puerta del dormitorio; muy parecida en cuanto a argumento, pero resuelta de forma muy distinta. Véase, pinchad para ampliar:
Arriba, primer álbum, 1995. Abajo, cuarto álbum, 1999.
Simon Rocca logra, como guionista, una historia muy bien trabada, sin demasiados elementos en liza y con altas dosis de cruda violencia. Parte de la idea de un cazarecompensas, llamado Wanted y al que una cicatriz en forma de uve doble le cruza el rostro, personaje aparentemente despiadado y sin apenas ataduras más allá de los encuentros carnales con la prostituta mexicana Rosita. El hallazgo del maltrecho Jed, un mestizo cuya familia india ha sido masacrada por cazadores de cabelleras, le asocia a la venganza y a la localización de los temibles hermanos Bull. Así se va sucediendo la caza de los Bull, en absoluto monótona gracias a la pericia de Rocca al diferenciar el guión de cada entrega: en el segundo álbum Rocca enrola a Jed y a Wanted en un episodio real, la guerra en febrero de 1862 entre confederados y nordistas en las tierras de Nuevo México;
en el tercero, uno de los Bull oficia de sheriff, corrupto por supuesto, de un pequeño poblado, lo cual llevará la trama por derroteros inéditos; mientras que en los dos últimos irán a la búsqueda de un tesoro que liga la serie, más si cabe, con "El fantasma de las balas de oro".
Es muy difícil sustraerse a la influencia del gran Jean-Michel Charlier y es posible que Rocca retome de éste algunos recursos, como la descripción de pensamientos por la que el lector alcanza mayor empatia con el protagonista y trata de anticiparse a los giros de la trama. Por otro lado, es apreciable la economía en los diálogos y los personajes retratados en pocos esbozos (Wanted: "Si no hay recompensa, la cosa no me interesa..."; Rosita: "¡A ti te doy crédito durante cien años, Wanted!").
Como valoración general, la edición integral de este volumen es de innegable interés. Lógicamente, no puede hacernos olvidar, al contrario, hitos del género como Blueberry, Jerry Spring (también editada por Ponent Mon), Manos Kelly (de próxima reedición) o Comanche, cuya edición de Planeta DeAgostini tuvo una imbatible relación calidad-precio. Decía Jean Giraud que en Francia se consideraba a España un mercado muerto en cuanto a cómic se refiere. Quizá a nivel económico la edición española no represente más que calderilla para sus creadores, pero a nuestra pequeña escala, a nivel de lectores, es fundamental que el género se asome a nuestras librerías. La lectura de Wanted no hace sino confirmar las bondades de un género del que se demanda mayor presencia.
Pinche aquí, para decargar gratuitamente el primer episodio de Wanted (Enlace oficial de Ponent Mon)
La destreza a los lápices le valdría a Girod para pasar en 2006 a otro western de la editorial Soleil, Durango, sobre guiones del antiguo dibujante de la serie, Yves Swolfs, y con Jocelyne Charrance al color.
Por último, una pequeña curiosidad: los gestos, la nariz aguileña y el propio nombre (!!!) de uno de los personajes de Wanted, el buscavidas Lee Charleston, recuerda poderosamente al actor Lee Van Cleef. Véase:
Cine, cómic, novela, desde Europa, todo ello íntimamente relacionado, como anteriormente ocurrió con Belmondo, modelo para el personaje de Blueberry. Como muestra de esta simbiosis cine/cómic/literatura redondeamos este homenaje a la vitalidad del eurowestern recomendando tres títulos en DVD:
El gran silencio (1968). Inédita en las pantallas españolas, Il grande silenzio conoce varias ediciones en DVD, como la de Suevia o la de Impulso. Totalmente imprescindible para los fans de la serie Durango, un western que gana con los años, con una ambientación de montañas nevadas inusual en el género a la europea.
El halcón y la presa (1967). (DVD en Divisa) Western dirigido por el gran Sergio Sollima, como cabría esperar, rico en lecturas políticas, de estética y ritmo impecable. Duelo interpretativo entre dos monstruos del género, Lee Van Cleef y Tomás Millián. Éste último repetiría en la secuela ¡Corre, Cuchillo, corre!
El precio de un hombre (1966). Uno de los mejores westerns españoles junto Antes llega la muerte. Dirigido por Eugenio Martín, que recordemos firma el prólogo de la novela que abría esta entrada. DVD en Filmax.
El western, un género que cuenta con una tradición europea de envergadura, en todas sus vertientes.
Enlaces:
Reseña de "Un hombre, cinco balas" en Ciencia-FicciónReseña de "Un hombre, cinco balas" en Fantasymundo
Entrevista a Carlos Aguilar sobre "Un hombre, cinco balas" en Expediente Quatermass
Entrevista a Carlos Aguilar sobre "Un hombre, cinco balas" en Pasadizo
Reseña de "Wanted" en El lector impaciente
Sobre el cine de género europeo en Mis cómics y más:
Tenia dudas sobre la compra de Wanted, pero después de leer tu articulo, me las has despejado. Cuando pueda, lo compro.
ResponderEliminarQué maravilla, Pablo. Gracias por esta gran entrada
ResponderEliminarJosé Manuel: yo también tenía bastantes dudas respecto de este integral, acrecentadas por lo elevado del precio. Pero a la reseña me remito: los últimos tres álbumes me han gustado mucho, y en general me ha recordado lo potente que es este género y, de rebote, me ha abierto el apetito por más lecturas del oeste.
ResponderEliminarGracias, José Luis, siempre apoyando.
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