Gracias a Alfons Moliné me he enterado de que ayer era el centenario de Willy Vandersteen. En esta efeméride contamos con la aportación de Juan E. D'Ors y recuperamos las aportaciones del propio Alfons en el blog.
Vandersteen es un autor poco conocido en España y sin embargo de gran relevancia en Bélgica. Con sólo pasear por Bruselas y ver el mural que adorna una de sus medianerías o la presencia en las librerías de los álbumes de sus longevos personajes Bob y Bobette, cuyas aventuras han continuado tras la muerte de su creador, puede uno darse cuenta de que, con sus altibajos, Vandersteen es parte de la historia del comic belga, lo que equivale a decir parte de la Historia de Bélgica.
Recientemente han sido llevados al cine estos personajes, en una película que, como comenté en su día, utiliza la técnica modernas de animación digital produciendo el curioso efecto de que los personajes de Vandersteen parecen muñecos de "Toy Story".
Personalmente no soy gran conocedor de su obra, fuera de algún álbum de Bob y Bobette, las tiras humorísticas de"El príncipe Riri" en el journal Tintin y varios cuadernos de "Bessy". Este último es un curioso western, dibujado sin demasiada soltura, firmado por el "Studio Vandersteen" protagonizado por un perro de raza collie, que conocí gracias a Fernando Cuesta y que de inmediato me evocó ratos de mi infancia sentado ante el televisor viendo las aventuras de "Lassie", "Rin tin tin" o "Furia".
Juan E. D'Ors nos da su visión personal de la figura de Vandersteen, además de aclarar la confusión acerca del pastiche "Tintin en el Salvador":
"Vandersteen
podría haber sido un autor interesante si hubiera cuidado la calidad en
lugar de la cantidad. Pero se empeñó demasiado pronto en crear unos
estudios, donde los dibujantes cometían continuos fallos de raccord y
donde no había un verdadero espíritu de autor. Allí imperaba la
industria pura y dura. Pese a sus casi 500 álbumes, Vandersteen dibujó
poco, y dejó todo en manos de su equipo, en el que sólo uno o dos
artistas descollaron. Hergé le hizo transformar su estilo primitivo,
rudo y popular por un grafismo más cercano a la línea clara. Su estilo
debió tanto a Hergé como a Bob de Moor, del que fue buen amigo. No tuvo
nada que ver con el pastiche de "Tintin en el Salvador" ni trabajó jamás
en los Estudios Hergé, aunque es verdad que al Maestro en un.momento
dado se le pasó por la cabeza contratarle. Su obra maestra fue "Bob y
Bobette y el fantasma español"(con alusiones a Brueghel). También las
deliciosas tiras de "El príncipe Riri". Algún guión para "Bessie"
mantiene hoy día una cierta dignidad. Dicho para la pequeña historia. "
"Bob y Bobette, o Suske y Wiske en el original flamenco, son ciertamente toda una institución en Bélgica, y la verdad es que a nivel internacional han tenido poca fortuna, acaso debido a su marcado carácter autóctono. Lo cierto es que son más populares en la Bélgica flamenca que en la francófona, e incluso en Francia no es del todo fácil hallar sus álbumes. En España, la editorial Edisven publicó apenas 4 de sus álbumes a finales de los 60, para ser seguidos de otros 4 lanzados por Plaza Joven a finales de los 80... y eso fue todo. Siempre que he viajado a París o Bruselas, he aprovechado para hacerme con tantos de sus álbumes como he podido (otra manera barata de conseguirlos, de 2ª mano y a precios tirados, es a través de eBay Bélgica).
La serie nació en 1945, o sea cuando Tintín ya estaba plenamente consolidado y a punto de obtener su propio semanario, y desde el principio Vandersteen fue influenciado gráficamente por Hergé (aunque jamás fue asistente suyo) pero aportando a los guiones un espíritu personal, más desenfadado y no tan centrado en la aventura en sí. Los primeros episodios tienen un dibujo aún rudimentario pero con la suficiente energía para que la serie fuese un éxito popular desde sus inicios (de hecho, algunos de los primeros álbumes de Bob y Bobette aparecidos en los 40 fueron redibujados por Vandersteen y su estudio dos décadas después, tal como Hergé hiciera como sus Tintines primitivos).
Vandersteen no era un perfeccionista como Hergé; de hecho,
cuando este último le ofreció publicar algunos episodios de B. y B. en el
semanario Tintin, fue obligado a cuidar más su dibujo y a "aburguesar" sus
personajes: Bobette tuvo que sustituir su poco estético moño por unos cabellos
rizados. Cuando se le reprochaba a Hergé de llevar una producción de álbumes tan
lenta, solia decir "¡Yo no soy Vandersteen!"... y cuando a Vandersteen se le
reporchaba lo contrario, de producir a destajo prefiriendo la cantidad a la
claidad, aseguraba "¡Yo no soy Hergé!".
Pero Vandersteen sí fue un autor popular, capaz de crear unos personajes que calaran hondo en el lector y hacerlos merecedores de un éxito masivo y duradero (como Ibáñez aquí con Mortadelo y Filemón, vamos). Y eso ya es mucho."
Pero Vandersteen sí fue un autor popular, capaz de crear unos personajes que calaran hondo en el lector y hacerlos merecedores de un éxito masivo y duradero (como Ibáñez aquí con Mortadelo y Filemón, vamos). Y eso ya es mucho."
Vandersteen en mis comics y mas:
BOB Y BOBETTE . por Turnstiles (Pablo Bosch)
Jose Luis: ¡mil gracias por recuperar mi humilde aporte que hice para tu antiguo post sobre "Bob y Bobette"! Sin embargo, veo que aún aparece la errata que hay en el mismo: donde pone "seguidos de otros 40 lanzados por Plaza Joven" hay que leer "seguidos de otros 4 lanzados por Plaza Joven".
ResponderEliminarGracias a ti, Alfons. Procedo a editar para corregir la errata. Un abrazo.
ResponderEliminarExacto, Olrik, ha llovido ya... Saludos!
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