Hoy quiero compartir aquí un documento, o mejor dicho dos, que en su día me llamaron la atención y que desde entonces están en mi recuerdo, pero que quizá algunos no conozcáis.
En el libro de Benoit Peeters "Le Monde d´Hergé" aparecen dos imágenes que, si bien están en apartados diferentes del libro, no es difícil relacionar entre sí. En el capírtulo dedicado a los pastiches, Peeters nos ofrece esta delicioso extracto de un comic apócrifo de Tintín realizado por un jovencísimo Jean-Claude Mezieres (contaba entonces 15 años). Después, cerrando el libro, en el apartado dedicado a la correspondencia mantenida por Hergé, aparece una carta escrita por él con el membrete de los estudios, dirigida a Mezieres. En ella habla de que ha recibido su historieta (titulada "La gran persecución") y resalta sus aspectos positivos, para al final señalar que aún el trazo y el estilo del dibujante son inmaduros, animándole a seguir e informando de que ha hecho llegar ese material a una persona del Journal Tintin.
No me es dado saber qué resultado inmediato tuvo esa gesión, pero lo cierto es que Mezieres llegó a triunfar con su serie Valerian, agente espacio temporal, en la cual hace gala de un gran talento y que ha dado la vuelta al mundo.
Todo esto me induce a una serie de reflexiones sobre el oficio de dibujante de comics. En primer lugar, me parece un ejemplo de firme determinación por aprender, viendo el gran salto cualitativo que llegó a dar Mezieres desde los 15 años hasta las deslumbrantes planchas de su Valerian. En el fondo de esa determinación, en mi opinión, está el íntimo convencimiento de llevar dentro un dibujante de comics y de que uno es portador de un talento que ha de desarrollar y pulir.
La segunda reflexión es sobre estar en el momento preciso en el lugar adecuado y sobre el valor que pueda tener en un chaval de 15 años que empieza a dibujar una carta como la que aquí reproducimos, con el membrete de los estudios y la firma de puño y letra del maestro Georges Remi, animándole a continuar. Yo creo que debió ser un espaldarazo muy fuerte y, aunque, por lo que sé, Mezieres empezó colaborando en Coeurs Vaiillants y no en Journal Tintin, sólo el ánimo que pudo insuflar en él la carta debió ser determinante en su vida. En este punto, no puedo por menos que establecer un paralelismo con mi propia biografía, parecida a al de Mezieres hasta la adolescencia y completamente divergente de los 17 años en adelante.Y me pregunto¿Todo habría cambiado para mí si hubera tenido un estímulo como ese?.
Ese empujón le ha catapultado hasta donde está ahora, está claro que si te animan tempranamente, la motivación es mucho mas grande. Y mas si los elogios son del mismo Hergé, elogios o consejos. Desde luego, si con 15 años ya dibujaba así ... no me extraña que ahora haga lo que hace. Le echaré un vistazo.
ResponderEliminarHablando de apócrifos, me gustaría ver algún día los que hizo el propio Morris, si estos se llegan a publicar alguna vez.
Pues no he oído hablar de pastiches de Morris ¿eran de Tintín?
ResponderEliminarLos comentarios de Hergé seguro que le dieron alas. Y tal y como bién dices, maese Jose Luís, lo importante es no perder las ganas por aprender día a día, y sobretodo no dejar que ninguna circunstancia de la vida te obligue a dejar ese maravilloso mundo del dibujo de comics, aunque sea sólo por afición. Ésta ultima causa fué mi caso, y no hay día que no me arrepienta de no haber tenido más fuerza de voluntad...aunque bueno,nunca es tarde si la dicha es buena...
ResponderEliminarSaludetes y a ver cuando nos haces un pequeño adelanto de esa obra en la que estás enfrascado, chavalote...
Gracias, Gelito. Comparto lo qeu dices. En noviembre, adelantaremos alguna plancha del comic. Saludos!!
ResponderEliminarSi José Luis, eran de Tíntín, lo leí en un prefacio de un homenaje a Morris ("Barrio Oeste"), explicándolo el mismo, que así empezó a dibujar.
ResponderEliminarGracias, Turnstiles, interesante... e inencontrable, supongo...:-)
ResponderEliminarTe paso el prefacio por email José Luis.
ResponderEliminarTal vez algún día vez la luz. Ojalá. La de Mezieres, lo ha hecho.